sábado, 30 de marzo de 2013

Cosmos


Cosmos

Intima se aferra la imagen
que forja mi mente.
De tus poros rezuman
tinturas de grana sangrante
que tiñen la frente,
hilachos y torrentes
perfilan tus brazos en cruz.
En tu costado
florece una lava sangrante
de amor y perdón.
Pies descalzos y perforados
siembran la tierra de sangre inocente.
Pacientes tus manos abrazan al mundo
en holocausto de ofrenda de un Dios.
Tus labios sellados de escarnio
amargan a hiel y vinagre
regalo del hombre
que de esta manera te ungió,
pecado de un mundo profano,
creyéndote rey
con espinas te corono
un cetro de caña te dieron
y de sucia purpura
cubrieron tu flagelado cuerpo.
Heraldo de un mundo invisible,
promesas de un reino que nadie vio,
conciencia que al alma aligera,
¿sueños de un loco?
o la firme certeza de un Dios.
el mundo prosigue su curso
y el cosmos se llena de Dios.
El hombre no fue ni un minuto
de toda esta revelación.
Dios ha muerto.
Pero viva Dios.
Son las agujas de este reloj.