viernes, 27 de abril de 2007

UN COPITO DE NIEVE





Un copito de nieve,
se dibuja en la cavidad interna,
blanco sutil etéreo,
estrella gélida del agua
bucólica sutil metáfora
de lo blanco y lo eterno
de lo sano y bueno.

Unas perlas en tus ojos,
brotan inmaculadas,
solubles, cálidas, saladas,
gotas de rocío,
derrama tu alma enamorada.

No son llantos de penas,
y si lo son de alegrías
es la emoción contenida,
solariega y peregrina
que conmueve el alma.

Encadenado a tus ojos,
mi pupila se dilata,
y solo se remansa,
cuando naufrago,
en los iris verdes de tu mirada

En el color de tus labios rojos,
mi boca se desangra,
en el lóbulo de tu oído
mi lengua tintinea y ama,
¡ay amor!
perderme entre los pliegues de tu falda.

Acariciar tu talle
y desabrochar tu blusa
dibujarte en el ombligo
senderos de saliva
estelas que se abisman
en el fondo de tu entraña.

Palpitar en el murmullo profundo
y en un jadeo galopante
que hipnóticamente nos hechice
en las arritmias del sexo.

¡Ay amor!. Amor grosero
sibilino inductor de caramelo
que me escita y subyaga mi deseo.

Caricias de terciopelo
en tu pecho erguido
comisura de besos
en las rosas de tus senos.

Caminitos de abrazos,
sollozos y lamentos,
pinceles de dedos,
en la piel desnuda.

Cae sobre el cielo infinito ,
un copito de nieve blanco,
puro inmaculado, algo gastado,
que antes de llegar al suelo
se hace rojo pálido,
y se derrite con mi pasado,
¡ay amor!. Amor castrado.


1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Un copito de nieve que se vuelve rojo derretido de pasión.

Un poema muy bello
Un abrazo

PD:Veo que tu blog mejora por días, me alegro

9:21:00 a. m.  

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