miércoles, 25 de marzo de 2009

El secreto de un silencio


El secreto de un silencio

En secreto y en silencio
sin que nadie me viese
leí los versos rotos de un poema.

Sus bellas palabras
de encantadora locura
enajenaban amantes
de rica y sutil tesitura.

En la soledad del desierto
bramaban sus dunas áridas
una brizna verde en su espesura.

Y el silbo de un eco distante
lo preñaba de sementera,
era como el mana de Moisés.

Un polen caído del cielo
que saciaba su hambrienta boca,
manjares para hoy y vacío para mañana.

Porque el amor y el lamento
tienen mala resonancia
cuando la desesperanza nos hace travesuras.

Amor, que ansia el alma en su vehemencia
pensamientos que se crispan
en los albores del abismo.

Desiertos que florecen
en la brisa y el roció
y se anegan de orquídeas blanquecinas.

Germinando en las estepas bucólicas del ser
de sueños e ilusiones
verdeciendo la esperanza.

Locura de amor
que adormece la voz
y hace gritar al alma

Telúrico cisma del intelecto creativo
que oxida el sentido común,
neuronas que huérfanas de ti.

Se hacen adictas y reclaman su dosis
de corazón a corazón
que en la penumbra ama.

Ternuras, besos de éter
caricias de rallos de luz
que copulan etéreas y navegan.

Si hay dos almas que lo quieran
fundiéndose en las estrellas
y regresan con un halo de luz haciendo una estela.

Amores de tesón y locura
amores que fluctúan
amores sin cuerpos.

Que en las mentes ponen su rellano
para saciar los efluvios del recuerdo
amores de cartón y retrato.

Amores de plástico duro
y botón de computadora,
amores que se incendian sin encuentros.

1 comentario:

  1. Al fin aquellos amores, que sin llegar a lograrse estaban latentes en el arte de esos versos rotos, que saciaron los sentidos por un instante efímero… pero al fin el amor triunfaba, me encanto mí querido amigo.

    Besos

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