LA ROSA

LA ROSA




Los tibios rayos del sol de Marzo,
las gotas de lluvia del suave Abril,
los cielos azules, aborregados de Mayo,
al rosal lo hacen fecundo y mágico,
floreciendo los hijuelos y las yemas del Otoño.

Una rosa que creí perdida,
Y mime con suma ilusión
hastiada por la desesperación
su congoja se quebró.

Y sus hojas de hiel caduca
el viento del sur se las llevo,
Y entre plegarias de luz de luna
acariciando brisas envueltas en bruma.

Nacieron junto a primorosas verbenas,
la hierba buena la menta y la canela,
unas hojas aterciopeladas,
suaves, carnosas y tiernas,
como las espigas,
que al cielo alzan sus verdes crines
Y maduran en oleajes esmeraldas de viento
ofreciendo su harina blanca
para la redención de alguna alma.

El rosal ha despuntado,
con unas espinas romas
que ya no pinchan, y solo adornan.

Con una rosa de pasión
amiga del corazón,
en cada pétalo grana
su elixir se derrama
llenándolo todo de olor.

Perfume de gran valor
esencia de un alma clara
Que desfallece de amor,
luce como una estrella
y brilla por ella sola,
como el rosal de la aurora
en las costa de la luz.

Rosa de suave fragancia,
rasa de corola de nácar,
rosa de las mil mariposas,
rosa que germinas en mi alma,
crece apasionada y erguida,
que yo te contemplo sintiendo tu vida,
Y me siento, contento y orgulloso,
Siendo tú amante y jardinero gozoso.


¡Ay rosa de mi pasión¡
Cuantas hojas de sí y no.