martes, 21 de julio de 2009


TRANSITO



En esta noche de porcelana
flota una luna ponderada
hierros a mi corazón clava
desfraguando el aura
como gajos de una naranja.


Lucero de la mañana
matinal guía del alba
compañero invisible del sol
triada de un alma pálida,
Venus me cubre en esta madrugada.


Los sueños se multiplican y callan
crisolados de menta acida
convierten su cárdeno sino
en luces de albor renacido,
y despliegues de alborada.


¡Ay amor, amor caído!
¡ay amor, amor furtivo!
¡ay amor de mis sombras ¡
soledad que a mis horas
se mece en la arboleda perdida.


Quimeras de tinta electrónica
andamiajes anochecidos
entre columnas salomónicas,
inducciones de palabras
y puzles que no encajan.


Tachones y borrones
rimas y asonancias
cabriolas de la mente
que en el papel se plasman
y en el ser se ajan.

Más difícil todavía
que un triple salto mortal
del funambulista en el alambre
hacia la mujer de cristal
que se le trasparenta la sangre.


Luz de pasión y deseo
alma que embriaga
el corazón destemplado
en la sintaxis del ego
ariete que preña el sexo.

Órgano vital de la vida
músculo inquieto.
trovador de senda y camino,
que la vereda y la trocha
no te desfallezcan.


Que tras el invierno glaciar
los ríos se deshielan
explosiona la primavera
de verde grana se derrite el agua
alimentando las praderas.


Las raíces se clavan
perforando la tierra
y las yemas estallan de gozo,
regenerando la floresta.


¡Ay amor, amor escondido!
¡ay amor, amor renacido!
¡ay amor, amor sumergido!
dicha de todas mis horas.


La paloma hace su nido
y aquel pájaro herido
se olvido de sus sombras
¡ay amor, amor cautivo !

1 comentario:

  1. La soledad de la madrugada al despertar, nos hace crecer en letras que caen sedientas al papel, y allí fecundan versos nostálgicos, sensuales y armónicos, como estos de una belleza especial.

    Besitos

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