UNA TARDE DE VERANO
Una tarde de verano
El sol calcinando la siesta
la calle de brea se agrieta
al clamor de la resina bresca
la tarde tostada empereza.
Refugiado en las sombras
de una habitación en penumbras,
Se me pierde la mirada
en el aspa caprichosa
que en el techo, vate el aire.
Jira y jira el remolino
y como el viento en torbellino
vienen a mi mente otras cosas.
Y contemplo en el fondo de un retrato
Un aroma extraño, una mujer eléctrica
un tatuaje, una idea y un poema.
Quien pudiera estar
En la imagen de tus ojos
dejándolos de verdes llenos
y en el sosiego del tiempo
contemplarlos por dentro.
Quien pudiera cubrirte
Como el aire o tu vestido
abrazándote suave el cuerpo
mecerte en las olas de mi destino
embriagándonos cada noche el alma
y hacer un largo camino.
Quien pudiera ser
Una de tus sabanas,
el satén o la seda
y así velar tus sueños
mientras la noche lo quiera.
Quien pudiera
Unirse a tu verso en primavera
suspirar entre tus labios romos
confundirse con el viento
navegar en las estrellas
oler de cerca las gardenias
que aromatizan tus pechos.
Quien pudiera
Ser la abaja de tu colmena
elaborar entre mil flores
las esencias y el polen
la miel y la sangre buena
que tu corazón anhela.
Quien pudiera
Unir con tigo la menta y la canela
con gotitas de azahar
en el cáliz de la pasión y el sueño
y beberlo en sorbitos pequeños,
como el elixir del amor
en un claro verde de luna.
Quien pudiera
Ser el ímpetu del palomo
Y volar en los espacios
Profundos de tu cielo.
Ser parte de tu parte
y que me lleves aunque sea
en el vuelo de tu falda
en un bucle de tu pelo
en el ojal de tu solapa
o en el hueco de un bolsillo.
Solo quería
Que pronto pasara esta calurosa tarde
que el motor y la hélice,
no hiciera tanto ruido,
que saliera del papel esta imagen,
y así estar pronto con tigo,
y que nadie me despertara
de mi profundo sueño.
El sol calcinando la siesta
la calle de brea se agrieta
al clamor de la resina bresca
la tarde tostada empereza.
Refugiado en las sombras
de una habitación en penumbras,
Se me pierde la mirada
en el aspa caprichosa
que en el techo, vate el aire.
Jira y jira el remolino
y como el viento en torbellino
vienen a mi mente otras cosas.
Y contemplo en el fondo de un retrato
Un aroma extraño, una mujer eléctrica
un tatuaje, una idea y un poema.
Quien pudiera estar
En la imagen de tus ojos
dejándolos de verdes llenos
y en el sosiego del tiempo
contemplarlos por dentro.
Quien pudiera cubrirte
Como el aire o tu vestido
abrazándote suave el cuerpo
mecerte en las olas de mi destino
embriagándonos cada noche el alma
y hacer un largo camino.
Quien pudiera ser
Una de tus sabanas,
el satén o la seda
y así velar tus sueños
mientras la noche lo quiera.
Quien pudiera
Unirse a tu verso en primavera
suspirar entre tus labios romos
confundirse con el viento
navegar en las estrellas
oler de cerca las gardenias
que aromatizan tus pechos.
Quien pudiera
Ser la abaja de tu colmena
elaborar entre mil flores
las esencias y el polen
la miel y la sangre buena
que tu corazón anhela.
Quien pudiera
Unir con tigo la menta y la canela
con gotitas de azahar
en el cáliz de la pasión y el sueño
y beberlo en sorbitos pequeños,
como el elixir del amor
en un claro verde de luna.
Quien pudiera
Ser el ímpetu del palomo
Y volar en los espacios
Profundos de tu cielo.
Ser parte de tu parte
y que me lleves aunque sea
en el vuelo de tu falda
en un bucle de tu pelo
en el ojal de tu solapa
o en el hueco de un bolsillo.
Solo quería
Que pronto pasara esta calurosa tarde
que el motor y la hélice,
no hiciera tanto ruido,
que saliera del papel esta imagen,
y así estar pronto con tigo,
y que nadie me despertara
de mi profundo sueño.
2 comentarios:
Pues si el calor te lleva ahacer un poem atan bello como este, bienvenido sea...
Un abrazo
Sentimientos que muchos tenemos, quien puediera colmarlos.
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