viernes, 19 de septiembre de 2008

Adagios y tristezas


Adagios y tristezas

Frágil es la figura
Que se deteriora con premura
En los anagramas del tiempo.

El tiempo no es tuyo
No es mío
No es nuestro.

Pertenece a la locura,
A la fina singladura
Que teje la araña
En la oquedad de tu cabeza.

Quizás seas presa
De la vanagloria de la escritura
Mientras las risas te arrastran
Por el derrotero de la sepultura.

Quizás solo seas
Una válvula de escape
Mientras tu ego te alabe
Y entre tanto se cueza
Una impronta en tu carácter,
Que te defina como hembra.

El tiempo no es tuyo
No es mío,
No es nuestro.

Pertenece al momento
Mientras salpican los segundos
Y yo meditabundo componiendo,
Tú sin otra cosa que hacer leyendo
Y ella en una silla sentada
Riéndose a carcajadas.

¿Sabéis una cosa?
La muerte va cavando una fosa,
Y después de esto nada,
Solo polvo y más polvo de estrellas.

Así que analiza y piensa,
Pregúntate, como, cuando y porque,
Se ha cruzado este destello en tu camino.

Solo soy un granito en tu sendero
Un semilla de mostaza en tu granero,
Y seguro que mañana,
La gran parte de una mortaja.

El tiempo no es tuyo
No es mío
No es nuestro.

Es la expresión de un lamento
O una carcajada,
Hondando en el viento.

Pobres iris verdes
Se perdieron de madrigales
Entre los madroños otoñales.

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