CENICIENTA
CENICIENTA
Tórrido se hace el anhelo,
cuando se funde al desvelo,
y se derriten los hielos,
que cautivaron el deseo
del corazón soñador,
que desfallece de amor
por los labios granas de una flor,
de verdes iris de menta.
Bruno , y tocando suena,
el cascabel de su sonrisa,
cuando se esconde en la brisa
lejana que el tiempo lacera.
La luna sale y se esconde,
pulida de brumo en la noche corre,
se hace herradura y queso de bola,
y el cielo de cris plomizo,
en silencio llora.
Desasiendo los versos,
que de sangre y fuego,
compusieron estrofas de cris ceniza,
que se quedaron colgadas en las auroras.
Para que tus ojos de verde hierba,
leyeran mi sentimiento y mi tristeza,
compañera de verso y de poesía,
fugitiva de viento, mi cenicienta.
Espero que un día,
como en el cuento,
te besen los labios tu ceniciento,
y seas veliz, por toda la vida.
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