sábado, 21 de junio de 2008

A PALO SECO


A palo seco


Llevo mi mástil
Sin velas sin viento
A palo seco.

Preñada de verde aceituna
La placida luna
Desciende por la vereda.

Ay amor que cantarina
Rueda el agua,
Ay amor como el arroyo
Quiebra tu enagua.

Colgada del cielo
Selene en misterio
Abruma tu pelo.

Ay de los arrobos lunares
Que bañan de plata tu cuerpo.

Ay el clamor del lucero
Que ríe a tu espalda
En el hombro derecho.

Ay del desdén de tu boca
Que tibia a mis labios grotescos.

Ay del suspiro que cierne
La estampa desnuda
Y como se ondula
En tus montes serenos
Las rosas que encumbran
Las tersas lomas
De tus pechos morenos.

Ay del sudor que enfría
Tu torso y tu vientre
La gota que ciñe su paso
Como un penitente
Quedando perlada
En un triangulo enjambre.

Ay de los labios groseros
Carnosos rediles
De pudor y sangre,
Anillos que extasían
Tú femenina esencia.

Ventanas que alumbran
La luz de la vida
Besando a la infancia
En su primera caricia.

Ay de tu vientre sereno
Entraña divina
Matriz de la vida
Fonema que silba
En el alma dormida.

El nombre del hijo
Que tañe tus mamas
Y curva tu ombligo.

Ay de tu amor parido
Retazo de carne
Que llevas contigo.

Corazón que te impulsa
En su rojo latido
A sentir lo que eres.

Terciopelo ungido
En busca de amante
Compañero y marido.

Ay de ti,
Ay de mí,
Pusilánime ladrón del tiempo.

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