miércoles, 30 de junio de 2010

En el silencio


En el silencio

Sirena que quedaste varada
en el mar de las ausencias,
ya tu canto no declama
el tic tac enamorado de tu pecho.

Cuando callas
alimenta el olvido tus venas
las palabras se oxidan en el aire
y tu corazón barre
el sentimiento entrañable del camino.

Lidian tus ojos verdecidos
el azúcar que induce mi boca
y la hiel que a mis labios provoca
aflora la escarcha del silencio.

Estepa que cubre la atmósfera
vestida de holganza azabache.

Cuando callas
la esperanza destiñe su lienzo
la luna no quiere ponerse
su largo traje de cola,
y un aluvión de pena me envuelve
queriendo sentirte al oído.

Cuando callas
el eco profundo del mar
me suena a vacio
y una caracola me canta sin tino.

Ulises reclama tu canto
amarrado al madero,
para que el mar amaine,
y las olas me lleven tu espuma
y la espuma sonorice tu canto.

Sirena tu clavicordio dorado
se enredo en el mar de los sargazos
y la melodía que toca
solo se escucha a tu lado.