sábado, 30 de junio de 2007

ELEGIA AURA

ELEGIA AURA



Exiguo de luz de vida,
llama ultima perecedera
abatiéndose mortecina
se resiste a extinguirse,
alma aura caballera,
no quiere dejar el mundo
sin abrazar, a la hija amada.

Párvula la tarde quiebra
en filamentos de elegias
en oráculos y plegarias
la muerte espera paciente
el final de la partida.

Solo dio tregua la señora
para una despedida,
compañera al final de su túnel
ella aguarda la partida.

Con una mirada cadenciosa
y en el fondo reflexiva,
los ojos se tornan al infinito
buscando a Dios omnipresente,
y trémula la mirada languidece.

Entre atisbos y llantos
los iris pardos de ambos
se cruzan en oleadas verdes
desvelando sentimientos,
cautivando sensaciones
se prometen amor eterno.

Batiéndose en las tinieblas
se devoran en los anhelos,
entre olor a crisantemo
y piñas de ciprés.

Enroscándose en los quebrantos
donde se mecen sus almas
a esta hora tétrica y abisal.

Ella traspasa,
sus cuencas verdes amorosas,
sus glaciares de esmeralda,
y se serena con las olas
de los trigales de esperanza.

y él la ve,
como la más tierna flor,
con sus coletas de oro y de cristal
la niña de sus ojos,
la princesa de fresa
que le cura de su mal.

No hay entre las dos palabras
solo un fuerte apretón de manos
donde la fuerza y el ímpetu,
se besan en jaculatoria mortecina.

Despliegue y aromas
de un espíritu blanco
y fragancias de la sal,
de las salinas del alma.

Recorren los ojos vítreos,
la amargura reseca el karma
y el temor corroe frio
los ventrículos azulados
de tu corazón ensombrecido.

Buscando las huellas dejadas
los senderos y caminos
y las veredas del mañana.

Será la impronta del recuerdo
las caricias que a tu alma
se adhieran a la patina de tu aura.

Ese amor que te trasfiero,
puedes decir, que es luz
que acompañara tus días
y protegerá tus mañanas.

La muerte sobre él se reclina
besándole con labios de nácar,
la señora con mano firme
extendió su guadaña.

la pálida luz se extingue
de su cuerpo aflora el alma
resurgiendo en brillos y destellos
la señora ya se aparta.

Nace un nuevo ser de luz,
para la noche y el alba
que impregna un alma de fuego,
con ojos de verde gata,
la niña de sus ojos,
un manantial de su alma,
que fluye de torrentes vivos,
de agua cristalina y sabia.

mientras con una noble sonrisa
se funde en los atisbos del cielo.









miércoles, 27 de junio de 2007

A MI AMIGA EN ESTAS HORAS BAJAS


A MI AMIGA EN ESTAS HORAS BAJAS



Una mujer amante,
envuelta en duda,
se debate hoy en tinieblas,
ante la bruma.

Su alma entera,
caminando entre plegarias
se desespera.

Una llama feroz le quema el vientre,
un amor paternal y doliente,
una daga aguzada se hunde en su pecho
astilla que sangra su corazón fraterno,
amor filial de hija insatisfecho.

La cándida pena se instala en su alma
no quiere sentir la huella de la ausencia,
se exila agónico el cuerpo
se disuelve poco a poco la materia.

Pero siempre quedara lo etéreo,
la esencia del alma en vuelo,
la mirada ultima postrera,
el amor gravitando en el verbo.

La esencia del gen en tu pensamiento,
la primera ley de la energía,
nada se crea ni se destruye
solo se trasforma.

Habitara en ti la dulzura
abrazara tu alma de niña,
te dará la mejor de sus fresas
y la más amplia de su sonrisa.

Pactara con Pedro un acuerdo,
y se hará tu ángel de la guarda,
te acogerá siempre entre sus brazos
y así caminara siempre a tu lado.

No desfallezcas amiga
ni aceres tu corazón tierno,
siempre te quedara el recuerdo
siempre habrá un amor a tu lado.

lunes, 25 de junio de 2007

REFLEJOS DE LUNA

REFLEJOS DE LUNA

Después de subir una empinada cuesta, y dejar tras de mí los escollos y el amigo de viaje, hoy mi vida llega, a un cruce de encuentros.
Desde este otero la vista es amplia y el horizonte se bifurca en caminos y senderos.
Al sur y a lo lejos, el mar de añil bruñido, donde vuela a sus anchas mi amiga la gaviota en sus cielos de esperanza.
Al norte las atalayas y las montañas el cielo y las cumbres nevadas, el reposo la disciplina el ascetismo y el Karma.
Al este la tierra amiga, el verde trigo la flor de olivo y el sol descubriendo cada día a la mañana.
En el oeste, el ocaso, un cielo pardo y el sol sangrante entre tinieblas desvelando a mi rival, la Luna azarosa de plata.
desde mi andadura, saludo al camino venidero, no sé qué azares se postraran ante mí en esta nueva singladura.
dispongo de alforjas de viaje, y estreno un nuevo par de zapatillas, las otras quedaron destrozadas por andar por los pedregales y las rebeldes veredas.
No me arrepiento del camino andado, sigo pisando su senda, aunque este me llevo a ninguna parte, pero fue bonito el paisaje y grata la compañera.
Por un lado el mar, con y su paleta de azules y esos cielos reventones, donde la brisa traía, una risa de treinta años, la Luna bordada en cobre, y una gaviota herida, de amor consumida, que por hacerse amiga de Salvador gaviota, este le trasmitió su locura, y ya no se conformaba con planear, y buscar su sustento en el mar, como hacen todas las gaviotas.
Ella quería hacer un loopings, una barrena invertida, un tirabuzón, y una picada para sumergirse en el mar, y buscar el brillo de cristal de su Luna amante que la enamoraba.
Ella salía desfallecida salada y mojada, pero no le importaba, buscaba ese brillo obsceno, ese palpitar lujurioso que la excitaba, ese hechizo de luna, que desde el cielo miraba, tan hermoso tan embaucador tan bohemio, que a su alma tentaba, cuanto más lo veía, mas lo ansiaba, cuando más lo quería mas lo amaba.
Lo que pasa que no sabía que ese resplandor solo habitaba en su alma, y así quedo la gaviota amiga, por esos mares del sur buscando rayitos de luna.
por el otro lado, me queda un largo viaje, no sé si un peregrinaje hacia mí mismo, si encuentro una flor delicada, si la cuido, si huelo su fragancia, si me embriaga su perfume, no sé qué pasa, que se seca entre mis manos, se hace larva, y después mariposa, y ya no quiere estar a mi lado, quiere descubrir su universo alado.
Nunca me hare jardinero, y menos aun contare la historia de Juan gaviota, no quiero desfallecer otra vez, por un reflejo de Luna.

miércoles, 20 de junio de 2007

ALMA GRANA


ALMA GRANA

Espigas de grana alba
renacen en las campiñas de mis entrañas
levaduras que fermentan
las pasiones y los néctares de mi alma.

Son simientes de melaza
que mi corazón abrasa
como granos de maíz
floreciendo en blancas flores de almidón.


Son mis sueños de esperanzas,
tu semblante, la mirada de esmeralda,
tu poesía, mi canción,
donde beben las espigas de mi amor.

Flores blancas,
de azahares de almendro,
de cerezos, de naranjo, de ilusión,
que componen este ramo de pasión.

viernes, 15 de junio de 2007

RETRATO


Retrato


La luz se filtra acariciando su rostro,
cubriendo de oro los suaves destellos,
libando a lo largo matices de cuero,
que el sol acicala besando en su cuello.

Frente altiva, nariz romana,
el rubio pelo armoniza su estampa,
racimos de luz y cabello
que en bucles amelonado se engarza
cascadas de seda enarbolan su espalda.

Pendientes de oro, taladran sus oídos carnosos,
sarcillos de plata perfilan el ovalo.

Su cara se aterciopela de piel tersa y rosada,
mimando a su rostro de cera labrada,
hundiéndose en la barbilla en hoyo.

Una risa melosa entre marfiles y nácar
cautiva a la dama inundado al eco de alegría y gracia.

Dos arcos fibrosos de furia y llama,
de sigilo y drama, rubíes de fuego.

Amapolas encendidas que gimen al viento,
sollozan, suspiros, lamentos de amor encendido.

Capotes que lidian romances carnosos de acero,
labios húmedos sibilinos que aman
buscando encuentros, fusionando almas.


Besos de placer eterno rodando senderos,
caminos escondidos de luz de lucero
Que entrega el ser en infinita fragancia.

Pintados de azahares y ébanos
dos lagunas de menta y albahaca,
saladas cuando las toca el alma,
florecen tornasoles verdes en su mirada cándida.
Cuando se apacigua el rojo fuego que bulle
en su aura blanca.

jueves, 14 de junio de 2007

ENCUENTRO EN GRANADA




Encuentro en Granada





Quiero la mágica luna
La aureola de su forma
Plenilunio de belleza
Irradiante en lo bruno
Cuando empieza a anochecer.


Y estar cerca de tus labios
Granates, luminosos,
De tus ojos cadenciosos,
Avellana brandy brumoso,
Felinos de ágil pantera.


De tu pelo etéreo moreno,
Vaporoso flor de espliego,
De tus manos abiertas,
Que despliegan del lucero,
Luz celeste que embriague,
El misterio de un encuentro.


Un encuentro apasionado
En los jardines de la Ahambra
Mirador del Albayzin
En La Fuente del Avellano
A las orillas del Genil
O en algún puente del Darro
Por el Paseo de los Tristes,
Desgranando la Granada.


Mujer luna, dulce grana,
Son las rosas de aceituna
De tus pechos la hermosura,
La feminidad de tus mamas,
Sibilinas fuentes del deseo
Son tus labios arlequines
Paladar esotérico de mis besos.


Tu cintura, tu cadera,
El extremo contoneo,
Los muslos penetrados,
Hasta el fondo de tu ser,
Tu sollozo, tu recreo,
Los impulsos de tu cuerpo,
Tu lamento apasionado
Que se funde a mi lamento.


Es el ansia de mi alma,
Que penetra tu existencia,
Que se funde con tu fuego,
Que se incendia y se quema,
En las llamas del infierno.


El abrazo que subyuga
El sudor que se corrompe
El sollozo, que en el aire,
Excita los sentidos,
La voluptuosidad del placer
La mirada cristalina
Que se inunda en el deseo.


Tu alma cabalgando con la mía
Aferrada a mi cuerpo,
Como el agua
Que navega con la espuma,
Como el cielo
Que se junta con la tierra,
Es la estirpe de un amor nacarado,
Es perfume de flor de rosa,
Mi deseo, tu deseo,
Tu fragancia, mi tristeza,


Luna triste apasionada,
Que te eclipsas en el cielo
Con la luz del firmamento,
Y trasiegas en los mares
El reflejo de una estrella,


Luz de luna, mujer sauce,
Son tus ramas,
Las fragancias de tu alma,
De tus venas roja sangre
De pasión enamorada,
Las raíces que en la tierra
De vida roja se empapan
Floreciendo verdes ramas
Y la flor de la esperanza








miércoles, 13 de junio de 2007

UN SENCILLO VERSO


Un sencillo verso

Me pregunto porque te quiero,
cuál es el motivo y la razón,
si para ti soy como un pañuelo de quita y pon.

Me utilizas cuando quieres,
y después me hechas en un cajón.
Aunque a veces me pregunto,
si no sabes que yo tengo corazón.

No soy como el de tu oso de peluche,
que él lo tiene de algodón.
El mío es de rojo oxido
y late como un reloj.

Si le pinchas a él le duele,
pues no es de lata ni de cartón,
aunque luego no se queje,
y sosiegue su dolor.

El te trata con cariño,
con respeto y con amor,
Y se enfada si le hablas,
sin respeto sin sabor,
despreciando las palabras,
y llenándolas con rencor.

Me pregunto que yo he visto,
en tu joven despertar,
Si me pides y me pides
y luego nunca me das.

Quizás yo sea masoquista,
y tu mi ama que al pegar,
Se regocija en su equidad.

Quizás yo sea un barco errante,
y tu mi tempestad.
la hoja que va en el viento,
y tu mi tierno huracán.

Me pregunto en este verso,
Si algún día me amaras,
Pues yo quiero ser la vela,
Y de ti espero el mar.

La ola que te inunde,
Y tú la espuma y la sal.
El rojo sobre el metal del cobre
Y yo el sol para alumbrar.

El azul se tiñe en verde
Si miras con tu mirar,
Desdichado en esta vida,
Que me hizo naufragar.

sábado, 9 de junio de 2007

LA MUSA


La musa



Llegue como un susurro de otoño
al banco del parque,
aquel junto al sauce,
del remanso del lago.

Te encontré ensimismada
con una pluma en la mano
y un papel en blanco.

Y en tus ojos brillando la nostalgia,
no quise decirte nada,
pues tu alma andaba ocupada
sintiendo nostalgias,
y besos de labios
que un día te amaron.

Me fui como vine en el viento,
susurrando en el eco deseos
ya tendremos otro momento
para intentar traslucir, lo de tu adentro.

Tú musa,
que llego una tarde a inspirarte
y encontró tu corazón colapsado,
hirviente en un amor fracasado.

jueves, 7 de junio de 2007

¿QUIEN PUDIERA?





¿Quién pudiera?




Cerca del añil intenso
donde la brisa roza
y el aire se vuelve terso,
y las pasiones flotan,
los sueños se hacen actos,
mientras se calibran las palabras
al salir de mi boca.

En las calas de una playa
de un mar tinto envuelto en cobre
el sol se pone,
varado a la arena
tu cuerpo se esculpe
y se aglutina al bálsamo
de mi plegaria quimera,
mujer ninfa y sirena.

¿Quién pudiera?

Ser la ola que te envolviera,
besando tu cuerpo.
sintiendo tú ser
de blanca azucena.

¿Quien pudiera?
Ser el sol, que dorase tu piel,
sintiendo el querer de tu amor.

¿Quien pudiera?
ser el aire, que espiras por dentro,
sintiendo tú alma, y quedarse en tu aliento.

¿Quien pudiera?
Ser la bruma, y navegar en tu sueño,
Y así mientras duermes estar en tu pensamiento.

¿Quien pudiera?
Ser la luz, o la estrella,
Para alumbrar a tus ojos,
Y filtrarse en el iris
De verde y menta.

Quien fuera alba, para despertarte.
Quien fuera noche, y así guardarte.
Quien fuera lagrima, y rodar en tu mejilla.
Quien fuera carmín, y posarse en tus labios.

Quien fuera latido, Y caminar por tu sangre.
Quien fuera gemido, Y estremecerse contigo.
Quien fuera estela, Y seguirte de peregrino.
Quien fuera grito, para avisarte.

Quien fuera pluma, y así rozarte,
Quien fuera corazón, y latir contigo
Quien penetrarte y vivir cautivo
Quien fuera y fuese olvido.

sábado, 2 de junio de 2007

CITA AL ALBA


Cita al alba

Cita al alba



La mirada se pierde
en la inmensidad del mar,
navega por el azul de los sueños.

La línea obtusa del horizonte
dibuja la cobertura de lo finito
más allá, no hay materia
todo es plegaria.

Sensaciones profusas del alma,
solo en la línea de este infinito,
puedo tocarte,
puedo sentirte,
puedo amarte, a corazón partido.

Despréndete de tus prendas,
de tu ropa, de tu vestido,
y vente conmigo.

Fúndete con mis sueños
eclipsa mis sentidos
navega con el barquero
que mece nuestras almas.


No hay cuerpos, no hay ojos,
solo sueños, pasiones y esperanzas
danzas celestiales de armonía
esencias sublimes del alma.

Como columnas, de humo
Que en su subida al espacio
se entremezclan y abrazan.

Pasiones que hacen vibrar
las cuerdas tensas del ser
caja de resonancias,
de poesía melodía y danza.

Solo en lo infinito
solo en lo etéreo
puedo sentir, el abrazo de tu alma,
se que me quieres,
se que me abrazas.

Espérame esta noche
más allá de la línea del horizonte
que tenemos una cita
de amor al alba.

Y quiero alearme contigo
en secuencias de brisa y rocío,
sentir como mía
tu fragancia enredadora
los lloros y amarguras
que te aprisionan, amada.

Y liberarte con migo
en un canto al cielo
de amor y esperanza,
duérmete pronto princesa
que te espero al alba.