domingo, 30 de diciembre de 2007

DIALOGO ÍNTIMO


DIALOGO ÍNTIMO

El péndulo se pasea incontenible
En un vaivén inexorable,
Amartillando a cada paso un segundo,
Son las horas taciturnas,
Que la tarde quebranta.

La luz agoniza envolviendo de sombras
A la noche fría y calma,
Que va tejiendo su negro velo,
Como una mantilla española que se engalana,
De corales de luna y alfileres de nácar.

Los brillos invernales de la luna,
Que en este tiempo.
Se hace más opaca y blanca,
Más apacible y lánguida.

Bruna se hace la noche,
Caliza se vuelve el alma
Blanquea en su hermosura
Reflexionando en su horizonte y su alba.

Son las horas en que se desnuda
Quitándose los harapos del alma,
Desmaquillando la piel
Y dejando los abalorios del cuerpo.

Es un dialogo perfecto
Entre tu yo y tu ego,
Donde tu corazón y tu intelecto,
Puede que se pongan de acuerdo.

Lástima que este dialogo
Sea vencido por el sueño
Porque después del ensueño,
Se tiene solo la sensación,
Y poco recuerdo.

Sosegada la madrugada,
Vienen las primeras luces del alba
Y con ellas el bullicio de la vida
Y los trajines del día.

Y antes de salir de casa,
Nos acicalamos la cara,
Nos vestimos, nos tapamos,
Y tomamos los prejuicios, los temores.

Hasta que otro día de nostalgia,
Que nos toque otro estriptis del alma,
Como Eva y Adán
Que por sentirse desnudos
Fueron arrojados del paraíso.

Y es que siempre estuvo prohibido
Comer del árbol de la ciencia,
Del bien y del mal,
Quizás por ello,
Seamos el único mono vestido.

¿Tanto cuesta encontrarse por dentro?

sábado, 29 de diciembre de 2007

BESOS DE AIRE


BESOS DE AIRE


Hacia el azul profundo
Diriges tu mano
Buscando en mi mundo
Un sentir iracundo
Y no hayas respuesta.

Queriendo tocarme
Sintiendo mi besos
Fraguados de aire.

Errantes y estrellas
Sin púas ni espuelas
Llenos de luz y de magia.

Toman a tu ser de pantera
Y la hacen una frágil gacela.

Tomando tú pelo
Anillándolo en bugles de oro
Rozando tu espalda
Y airando tu nuca dorada.

Soltando susurros y un eco
Que bordea tu oído diciendo:
Te quiero mi vida te quiero.

La hoguera se torna en brasero
Y el aire se turba en deseo,
Y cálido arrulla tu boca.

Sintiendo tu labio y tu lengua,
Y el calor de una hembra,
Que versa con luna y estrella
De su piel de doncella.

Y escribe poemas de amor
Con tinta de sudor y pasión,
Bajo la pálida luna
En mi cuerpo de arena.

Candela para mis ojos
De sus ojos verde luna.

Pintada sobre una roca,
Su mano hacia el azul infinito,
Mi verso hoy se desboca,
Y como no puedo besarte
Te mando mi beso de aire.

Feliz 2008

martes, 25 de diciembre de 2007

UN, DOS, TRES, CUATRO


Un, dos, tres, cuatro


Cenáculo de afectos
En la catarsis de mí tiempo,
Sombras de atardecidas y desalientos,
Tú estas en mí,
Al mediodía de mi tarde,
Crisantemo que en mi pasión yace.

Rosa crepuscular,
Azahar diamantino,
Tu sigilo vertiginoso,
Clava a mi alma de espino.

Zalamera del amor
Bucólica imagen de esencias,
El néctar del amor,
Casi te roza y pasa cerca,
Y tú distraída,
Apenas le haces cuentas.

Gira la vida gira,
Rueda que te rueda el girasol,
Al amanecer la vida es bella,
Al atardecer se pone el sol,
Y con la luna y las estrella,
Ojos verdes, ronda el amor.

sábado, 22 de diciembre de 2007

CORAZON ANODINO


Corazón anodino


Subyace en este corazón anodino
Los fuegos viscerales que amo
El resplandor del calor que incinera
La estrella amorosa que devasta.


Se licuan y derriten como el magma,
Remolinos de ilusiones
Pensamientos y deseos
Convulsiones del corazón que ama.


Tan afable y natural es ella
Que no sabe que es estrella
Manantial de dulce miel y melaza.


Pesa tanto su seducción
Que es un polo de atracción
En los páramos asilvestrados de mi alma.

jueves, 20 de diciembre de 2007

SIN NADA QUE HACER ME PUSE A ESCRIBIR


SIN NADA QUE HACER ME PUSE A ESCRIBIR

En estas noches postreras del año, el frio glacial acompaña al espíritu navideño, ya más comercial que añojo, aun así, sigue engalanando las calles de luz y de color.
Quizás para disponernos a enterrar lo malo y pasajero, y esperanzarnos en lo nuevo y bueno por venir.

Hay que celebrar el cumpleaños del niño Dios, con alegría y lisonja; una pequeña ironía que para Abril o Marzo como cada año le escupiremos y clavaremos de nuevo en el madero.
Cosa de dioses, o mejor dicho cosa de los hombres, el eterno retorno, el hombre dios como faraón, Osiris resucitado en las aguas de la vida por la hacedora Isis.
Dios de la resurrección y juez funerario de las almas.

Miro por mi ventana, y las torres de las iglesias están iluminadas.
En el ocaso unas líneas de puntos luminosos
fulguran a los lejos del horizonte negro.
Son los pueblos olivareros de estos cerros aceiteros.

Casi milagrosa, la luna se deja ver a través de las nubes vaporosas, fraguándose en su luminiscencia acuosas la amenaza de un manto inmaculado de polvo blanco estrellado.

Al calor de un calefactor de aire con un suave ruido monótono, y a la vista de este papel electrónico.
Después de hojear , tu ventana abierta, y escuchar el dabada …. Que me desconcierta, me dispongo a escribirte, a pensarte, a beber un traguito de tu mar.

De esa agua salada, que reponga el jugo postrero de mi lagrima.
Y nadar por ese tu liquido elemento, a ver si de una vez por todas consigo que flote mi cuerpo, y arribar a una playa donde este desnudo tu cuerpo, que seré como la sal, o el rayo de sol que te ilumina, o como el viento que te acoge o el aire que te respire, me meteré en tu adentro y en mi medida te daré mi vida, siendo sal, luz, aire, viento y vida.

martes, 18 de diciembre de 2007

PARA TI ALQUIMISTA DE LAS PALABRAS


Para ti alquimista de las palabras


Hay muchos versos
Que hieren el alma,
Los hay soberbiamente
Acaramelados y bien confitados.

Hay otros que se alojan
En los corazones amados,
Otros nos hablan
De la necesidad y la nostalgia.

Algunos impregnan el aire
Y se incrustan en el alma,
Pirómanos de fuego y sangre
Sin ningún bombero
Que pueda apagarles.

Son llamas incendiarias
Que abrasan
Con el regocijo interno de la palabra,
Besos circulares
Del intelecto creativo y del alma.

Sosiego impaciente del que habla
Porque al mismo tiempo que dice
Ama y abrasa.

Fuego de amor que anida
En lo más profunde de su alma,
Palabras sinceras
Que algunas vuelan.

Cruzando el ancho mar
Desenterrando la tierra polvorienta
Asolando caminos y fronteras.

Y otros que se detienen
En una mirada
En una flor de almendro
En un ramillete de albahaca.

En un lamento
En un trino de un ave
En unos ojos briosos
Que desafían el aire.

Otros arraigan en tierra
Son consuelo, esperanza
Pensamientos que quedaron
De las luces del alba.

De una página escrita,
O en el ventanal de tu casa
Que con el vaho
De tu fuero interno
Quedaron impresos
Y llenos de besos.

De recuerdos y silenciosos
Para que cualquier día
De luna encarnada
Se aferre al corazón
De cualquier alma solitaria.

Así querida mía
Son hoy tus versos
Alquimia de sentimientos
Para quien te lee y abraza.

Qué pena que yo no este
Ni en una coma de tu palabra.

lunes, 17 de diciembre de 2007

EXIGUA LUZ


Exigua luz




Exigua llama mortecina que en mi corazón asola
Roja luz embravecida que ilumina el alma
Crepúsculo de mi noche oscura
Aureola de fantasía en la distancia brama.



Ya serás lacerada y herida,
Ya serás cautivada y encendida
Vela blanca de luz y de sosiego
Por las chispas del amor y el deseo.



Trémulo Candil que en la noche oscura
Ilumina las tibiezas del corazón y el alma
Sin esperar nada de la luna cándida.



Luciérnaga de luz de verdes fosforescencias
Que habitas dentro de mis entrañas
Déjame que me despierte con el destello de la esperanza

sábado, 15 de diciembre de 2007

CARACOLA


CARACOLA


Caracola que guardas el eco del mar,
Aunque te sientas sola,
Siempre estarán contigo las olas
El viento y el espejismo.

De este corazón bohemio
Lunático del ensueño,
Que apega el oído a tu forma
Y oye tu canto interno.

Y sueña con las sirenas
La brisa y la hierba buena
Las manos que te acaricien
Y el alma que te contenga.

Caracola marinera,
No sientas por mi pena,
Que yo solo quiero amarte,
Con el pecho arrullarte,
Y en el corazón llevarte.

Marinera de los ojos menta
Que guardas en tu adentro una perla,
No quiero con mi labio ensalzarte,
Ni fundir menta con la canela.

Solo quiero que sepas
Caracola de mi sueño,
Que siempre te llevo dentro
Aun que tu no me quieras.

El mar silba a lo lejos
No puedo ver sus reflejos,
Pero te tomo y tengo
Y siento la marejada.

UN DIA CUALQUIERA


Un día cualquiera



El cielo se bate en lo profundo difuminándose de azul celeste.
Sierras y montes, y un mar cautivo, oriundo se despeña en el horizonte de verde olivo, cúmulos plomizos se descuelgan en el cielo vaporoso de algodón, tiñéndose de cobrizo, cuando el cíclope aparece desmarañando las tinieblas.

Lomas preñadas de negro fruto, maduran en su letargo al jugo óleo del redondo olivo.
La tierra huele a mojada, que es un perfume que exhala, cuando se sacia y se calma de la sed del llanto del cielo.
Hoy las lágrimas celestes, convertidas en patina escarchada hacen que la plegaria del campesino se sienta más satisfecha.
Y las hojas acristaladas fulguran radiantes de terciopelo en las primeras horas de la mañana,
al fundirse su tesoro impreso, con los primeros rayos del saliente sol.
En la lejanía el arco iris se difumina en su grandeza,
Convirtiéndose en estable el vinculo pactado con Dios.

El aire es húmedo, frío, hueco, trae en su quebranto, olores de humo de las hogueras que se hilan al espacio dibujando en su enredo, filamentos blanquecinos.
Espirales de arabesco que se distorsionan al celeste etéreo.
En las hogueras se abrigan los labriegos, en hora matutina, esperando que la escarcha se licue a la tierra.

Al crepitar de la llama del ramón se calientan, entre risas vahos y pláticas picarescas, y al son de algún trago del vinillo de la tierra, abren sus barjas, y sacan chorizos, morcillas y pancetas, que con una pestuguilla atraviesan, echándolas en las ascuas, chirrían los embutidos chorreantes de grasa.
En el fulgor de la lumbre, poco a poco se cocinan las exquisiteces de las matanzas; bocado delicioso para un estómago vacío.
Hay que recuperar fuerzas, la mañana es fría en este invierno navideño y estamos en tiempo de cosecha, oro negro que alimenta las bocas de todo un año.

Salpicado el paisaje de piedras renacentistas, y callejas árabes de zaguán y arcos lunares.
Las torres de las iglesias, apuntan al cielo de azul ceniza, desafiando al espacio coronado de cruces, de forja y hierro.
Se tilda en el eco un toque, alguna que otra campana vieja, que doblándose en el aire seco, repica temprano a misa.
La ciudad madrugadora con el aire nuevo se desvélesa.
La cal se hace más blanca y, el sol embozado entre las nubes, se ríe acariciando las lomas blancas.

En el viento canta el piar de los gorriones que traviesos, saltan entre las tejas moviendo despavoridos algunos la colita.
Los palomos de las torres vuelan hacia los sembrados, siguiendo hermanados al jefe de la bandada, para buscarse como cada mañana el sustento.

Hay un gato que se acicala en la cornisa de un tejado mientras un perro le ladra. Éste indiferente lo mira, estirándose paciente a lo largo, sabiendo que no pasará nada.

Ronronea el murmullo metálico de los motores que navegan en la ciudad, la gente corre al trabajo, dejan los niños en la escuela. En la urbe mañanera hay un tufillo a café y a tostada.
Otro día que amanece en la ciudad amurallada, otro día de calma; otro día, como cualquier día, esperando con la soledad en el alma.
Quizás mañana,
¡Repiquen todas las campanas!
Sí, sí, mañana………………………………………………

jueves, 13 de diciembre de 2007

LAS MANOS



Las manos


Las manos acarician,
esculpen, moldean,
pintan y besan.

Las manos son pacientes,
creativas, interpretes y amigas.

Las manos son lascivas,
obscenas, lujuriosas.

Las manos son rezo y calma,
bendicen , aclaman,
saludan, perdonan.

Las manos trabajan,
alimentan y crean.

Las manos son espejos,
anudan, sienten,
trasmiten y callan.

Las manos son herramientas,
del intelecto y el alma,
los pinceles sensitivos,
del que te esculpe acaricia y ama.

Prolongo mis manos al viento
se funden con la tormenta,
se eclipsan a tu bendita tierra.

Y en una nube, que te sorprenda
te moja te acaricia te toma y besa.

Y tú, como siempre dispuestas,
con tu katiuska azul,
el impermeable rojo,
Y tu paraguas violeta,
Así no hay quien pueda.

Si esbozaste una sonrisa
Me alegra,
Que tengas el alma despierta.

Siempre nos quedara
el arco iris,
de mi tierra a tu tierra.


martes, 11 de diciembre de 2007

ESTA TARDE


ESTA TARDE


Bruna se hace la tarde
Colgada de un gris marengo,
Plomizo se bate el aire
En el azul cobalto.

Mientras, en otro lugar
Y en otro sendero,
Una mano acaricia a una pluma,
Y el alma le guía con rima.

Sembrando palabras
De carmesí y sangre
Que nacen de labios
De fresa y amante.

Mientras la pluma corre
Dejando renglones impresos,
El corazón se embarga
En tiernas y amargas pasiones.

Late tu corazón de poeta
Al estimulo de tu cerebro,
Mientras el pensamiento
Te hace vivir el momento.


Y como perfume de ensueño
Los almizcles se mesclan,
Desbordando el aroma
del sentir de tu pecho.

La fragancia invade
El espacio profundo,
Y esa aroma rocía mi cuerpo
Y te siento muy dentro.

Me embriaga la cadencia del hecho,
La mano que empuña la pluma,
El alma que acompaña al verso,
Y en un profundo suspiro
Cierros los ojos y te beso.

Aunque alguna vez me lamente,
Alargo mi mano, los dedos,
Intento tocarte, sentirte,
Y entonces salgo de mi sueño imposible.

El cielo esta de gris plomizo,
Mi corazón lleno
De mixtura de menta,
La tarde solida de gris marengo,
Y en mi alma vuelan
Alborotadas las cenizas.

domingo, 9 de diciembre de 2007

MUJER


Mujer

Mujer de amplias caderas,
y de exuberantes redondeces,
mujer de sal y agua de la vida,
no te quedes en la fuente,
y se torrente, caudal y rio,
regando todo a tu paso,
inundándolo todo,
de tu agua fresca de
frondosa vida,
mueve el molino a tu paso,
que giren sus aspas de harina,
llévate los fracasos y los desengaños,
que un mar te espera,
sediento de tus aguas circulares.
Se mar y horizonte,
Que cuando yo muera,
Coloreare tu sino de amapola.

sábado, 8 de diciembre de 2007

ÉN EL REPOSO Y LA CALMA


En el reposo y la calma

En el reposo y la calma,
Se debate el silencio,
Se hostiga el sentimiento,
Y se acrisola el dolor.

Corazón de las mareas
Salinas de las lágrimas
Soñador de avatares
Hermético a un clamor.

Porque me abrazas
A unos ojos de bromuro,
Místicos candiles verdes,
Si ellos desprecian mi pasión.

Musculo cardiaco de lo absurdo
Porque te enamoras de un gemelo
Lisiándote de tanto amor.

Un amor caustico y prisionero
En el cuerpo de una blanca flor,
Una flor de otra campiña,
De otros vientos y otros mares.

Órgano ingrato
Que lo tiñes todo de sangre
Te quedaste enganchado
A una droga verde de aire.

En el reposo y la calma
Se debate el silencio
Se mitiga el dolor
Y se llega a la reflexión.

Corazón de carnaval
Con que disfraz
Ahora andas vestido.

Tu color siempre fue
El verde y el oro fingido,
Y tú asiento
Moléculas de aire.

jueves, 6 de diciembre de 2007

LA MIRADA INDISCRETA


La mirada indiscreta


Un pétalo blanco cae,
En el fondo del azul marino,
Lleva la renuncia de un te quiero,
La margarita se desoja en la inconsciencia,
Azarosas son las tribulaciones del destino.

El tiempo se declina en el espacio,
Y el vaivén del péndulo
Marca la pauta, segundo a segundo,
El corazón como un calco,
Secuencia sesenta impulsos por minuto.

Y desde aquel párvulo retrato,
Imagen hecha del desencanto,
Encabezada por la ilusión y la ternura,
Un carisma intrépido y salvaje,
Inundo el lugar,
¡Todo se detiene¡

Aquellos ojos trémulos,
De ángulos obtusos, poliédricos,
De mirada relevante,
Parecían hundirse,
En los abismos de la carne.
Traspasando molécula a molécula,
Como los rayos equis.

Al mismo tiempo
Eran ventanas diáfanas
Que irradiaban lo más profundo
De alma encarnecida,
Una melancolía quieta,
Un saporífero desdén
Y un sosiego aparente.

Con razón dicen
Que los ojos son los espejos del alma,
Y aquellos iris verde musgo
Navegantes en los confines del mundo.

Se sentía iracundos,
Con el corazón lleno,
Y las manos vacías,
Un manantial de agua viva,
Y la boca desquebrajada y seca.

En la mente toda la filantropía,
En el ego la inequidad seca,
En el corazón la lucha metamórfica,
En el espíritu la perfección aséptica.

Ansiedad de amor y sexo,
Para esculpir el barro de Adán
Con la metodología de Eros,
Ser la Helena de Troya
Un brillante para el pecho
O la Penélope que noche a noche,
Deshace lo hecho.

martes, 4 de diciembre de 2007

LA VENA ANDALUZA


La vena andaluza

De mi tierra, verde oliva
De su sierra y sus quebrantos
Cañaverales y barrancos
Entre pinos y fandangos
Ciervos, corzos y gamos.

Surge, nazareno,
Excelso cauce de agua
De torrente cristalino
El río moro del ensueño
Más flamenco y gitano.

Se pasea con su cauce
Por la sierra de Cazorla,
Donde se unen a su encuentro
Mil arroyos y el Borosa
Acariciando lomas
Llaga a mi tierra mora.

Cuna del aceite de oliva
Oleo que unge a esta tierra
Sabía de sol y de aire
Gotas de verde oro
Y arte renacentista.

Vientos del sur me atrapan,
Valle del Guadalquivir,
Campiñas de lomas blancas.
trigales, olivos, naranjos y almendros,
Circundan sus aguas claras.

Neblinas son tus mañanas
Bajo tus cielos bruñidos
El águila imperial caza,
La paloma hace su nido
Bajo las tierras teñidas
Del verde de la esperanza.

Árbol centenario
De óleo y amor curtido
Tronco que se retuerce
sobre la tierra arcillosa y grana
Columnas salomónicas
Que esperan el llanto del cielo,
el tesón del campesino,
Y el frio de Diciembre y Enero
Corre sobre la almazara
La sangre verde de los dioses.

Río de la vida,
Prosigue tu andar postrero
Sobre la tierra andaluza,
Regando con tus espumas
La huerta y la campiñas.

Brillan tus aguas melosas
Cuando en tus espejos
Se mira la sultana Córdoba,
Pasas bajo sus arcos romanos
Oyendo desde los minaretes,
Rezos de moros y cristianos.

Oliendo a almendro y azahar,
Cruza Sevilla mágica
Barrio de Santa Cruz,
Puente de Triana
Navega sobre tus aguas.

La pañoleta y fandango
Llegando a Huelva marinera,
La colombina la calavera
La orilla del descubrimiento
La mar inmensa.

Se vuelve mariano y reza
A la virgen del Roció
En el coto de Doñana,
Despidiendo a la mañana
Besa a la mar en letargo.

Uniéndose a la sal y el agua
En profundo abrazo,
En la tarde cálida
Sinfonía de colores
Sobre el azul del cielo.

Sobre un mar en llamas,
Cenizas blancas
Mientras el sol y el abismo
Se beben el elixir profundo
Beso a beso.

domingo, 2 de diciembre de 2007

AMAPOLA ARGENTINA


AMAPOLA ARGENTINA



Dulce y lejana amapola,
Florerilla silvestre,
Sonríes al aire
De azahares y mieles.


Tus rojos capotes,
De lidia escarlata
Navegan los mares,
De azul esmeralda.


Suscitan los sueños,
La paz, la esperanza,
En campos lejanos,
De tierras extrañas.


Te ondulas al viento
De azul in crescendo,
En pálidas lunas de plata,
Envés de hojas de olivo
Y negra aceituna,
Suspiros de España.


Las gotas de lluvia
Que riegan tu soto
Se mezclan de olores
Espliego y mates
Geranios, gardenias.


Y acento andaluz,
Que silva en el aire,
Con nubes errantes
De plomizos cielos,
Riveras sureñas,
Del río De La Plata.


La tierra que cubre
Tu redondo suelo
Con blancas cenizas
De tus ancestros,
El ocre y el verde
La tierra de fuego.


El sueño bohemio,
Suspiro y aliento
Ferviente deseo,
Al aire cabalga su polen
A ritmo de tango
En forma de beso.


Las ondas que el cosmos
Irradia con ecos
Repiten sonoro
Te quiero, te quiero.