domingo, 28 de septiembre de 2008

Amiga karol



Amiga Karol

Las palabras hilvanan el aire
coloreándose de ardor
se mecen en melancolía poética
en ondas llenas de luz.

Caminan por redes internautas
hasta llegar a tu ordenador
y al abrir yo tu ventana
se cuelan en mi monitor.

Me saludan y me hablan
se ondulan como una O
se posan delicadamente
haciendo una inducción.

Pasando de tu escritorio
a mis labios y mi interior,
pensamientos de puño y letra
bordados en desazón.

Que tejes con sedas finas
de verde y grana efusión
delirio que se desborda
de tinta del corazón.

Orfebre de la palabra
que escribes en un papel
atraviesan sus cantos romos
besando con dulce miel.

Hoy descubrí un beso
de labios de electrón
compuestos de bella rima
y de mucho amor.

Arcos ojivales de hembra,
estrella de una pasión
cálida, luminosa y bella
cinta de un prendedor.

Esmeraldas tienen sus ojos,
el rubí martillea su interior
una perla cultiva su adentro
con mucha rebeldía y amor.

Luz parta su espíritu,
sentido en su razón,
oro para su cabello,
narfil junto a su voz.

Vida y sosiego quiero,
en su vientre coronado de dolor
montes lácteos de nieve
curvas tostadas al sol.

Amiga de bravía menta
de hoyuelo en tu mentón,
gitana de blanca nata
crupier de tu corazón.

Échate unas buenas cartas
que te auguro lo mejor,
larga vida en tu camino
copada de salud y amor.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Cartas a Rosa 3


Cartas a Rosa 3

En el crepúsculo de la tarde, me invadió el silencio,
En la acritud del alma, se encendió una luz,
En la trasparencia luminosa, apareciste tú.

Hace tanto tiempo que mis manos enhebran versos,
Y ansían la caricia de tus besos.

No por el simple hecho de dos labios conexos,
quizás nos influya la sensibilidad en la escritura,
al abrazar con las palabras los sentimientos,
o es en my una terapia de la paternidad que nunca tuve
y te reconozca en mi subconsciente como mi niña,
no lo creo, pero sería bonita la escusa para un loco poeta.

Quizás porque quise domar el impulso y la rabia que fluye
por tus venas, y apaciguar en un remanso creativo, la paz de los espíritus.

Lo más seguro sea que eres torrente y como rio, me haces sentir vivo, en algún meandro te desbordas y anegas mis riberas, me siegas y alimentas.

A veces te estancas en un remanso de plata, y con el agua te fusionas; Y otras veces te escancias y corres cantarina salpicando el ímpetu de tu alma.

Quizás sea porque derramas esencia de pasión por los poros, insaciables de tu corazón inalcanzable y al mismo tiempo desvalido, avaricias el mismo eco consumido.

Quizás sea que eres como la ola que me impulsa y me lleva, me alza y me eleva, me llenas de espumas, y unas veces amaino en tu playa y otras me estrello en el rompiente.

Quizás por el retrato que construyes frente a las cosas, y dejas el dibujo indeleble de tu alma para ti sola y el discurso en tu silencio.

Quizás por tu imagen luchadora que devora tu existencia.

El caso es que sin verte sé quién eres.
Sin tocarte estoy en lo más profundo de tu adentro.
Sin oírte encuentro tu voz en las moléculas del aire.

Te acaricio con el tacto de las sabanas mientras duermes,
Te beso a la mañana con el agua clara,
Y respiro a tu lado en tu ansia.

Porque soy el tiempo que te vive,
Y te contengo en el pensamiento,
soy parte de tu materia.

Estoy dentro de los bucles de tu pelo,
en alguna parte de tu iris escondido,
en el tacto de tus dedos,
en la rabia de tu adentro,
en esta locura introvertida,
en esta estrategia incomprendida.

Somos distintos e indisolubles,
pero nuestras almas hace tiempo que se unieron,
aunque no lo admitan nuestros cuerpos.

En el crepúsculo vacio de la inconsciencia,
vaga tu mirada y mi sentimiento,
encarcelados en una fragancia
va contaminando el aire
en los anacronismos del tiempo.

Tic… Tac… tic… tac… fusilanime eco,
Sin evitarlo, sin pretenderlo
¡Como te quiero!

martes, 23 de septiembre de 2008

Dicen que el amor


Dicen que el amor

Dicen que el amor tiene ojos verdes
Que se añora todo aquello que se pierde
Que la vida solo pasa y no se queda
Que al nacer iniciamos una carrera
Y con la muerte llegamos a su meta.

Dicen que el amor tiene alas blancas
Que vuela entre las nubes de vapor
Que sube al cielo y luego baja
Y se pierde entre satenes de algodón
Y se llora metidito entre las sabanas.

Dicen que el amor no tiene precio
Que es todo muy bonito y muy bueno
Que no se compra ni se vende con carteras
Que es un pacto entre personas bellas.

Contigo pan y cebolla
Más de lo ultimo que lo primero
Por aquello que dicen que crece
Todo lo que a cebolla rima.

Dicen que el amor nunca se olvida
Que son como unos ojos de gacela herida
Puede que el corazón sangre un poco
Pero eso se arregla
Con otros ojos misteriosos.

Dicen que el amor pasa una tarde
Que es como un tren en su salida
Arranca despacito
Y luego se acelera y silba,
Para en raras estaciones
Y yo sin tique de subida.

Si monto de polizón,
Y si el revisor no me divisa
Podré encumbrar mi corazón
Aunque sin asiento en el vagón
Será difícil encontrar
Los ojos que me electrizan.

Dicen que el amor tiene ojos verdes
Y vuela con alas de plumas blancas,
Dicen que el amor no tiene precio
Y nunca el amor se olvida,
Dicen que el amor pasa una tarde
Y yo sin billete de partida.

sábado, 20 de septiembre de 2008

Y TE DI UN BESO


Y TE DI UN BESO

Fuiste larva, después crisálida
y hoy espirita flor alada.

La mariposa encantada
que contonea sus alas,
y se estremece en el contraluz.

Se posa en la voluptuosidad del rosal
de tal manera la espiral lengua
libaba el néctar de la fragante flor
que ella se fecunda de amor.

Mariposa caprichosa,
tan hermosa y juguetona,
coqueteas en el jardín del Edén.

De que manera besabas
sutil, dulce, cándida,
abeja en la recolección de la miel.

Son tus besos
de fragancia apasionados
caricias, en los pétalos dorados
risas de una noche de pasión.

Ternuras, abrazos,
sensaciones explosivas,
que ansían el amor.

Inquietud en la mirada,
tu sirena cálida
colibrí que trompeteas
en los labios de la malva.

Se alea, con tu mente y tu alma,
el rictus de tu cuerpo
el carmín de la ambrosia
al ahogo sicario del deseo.

Ya mis ojos solo miran tus pupilas,
y conversan a escondidas,
en tus iris el encuentro.

Mis labios, se enzarzan en los tuyos,
zalameros carmesí
oceánicos claveles claroscuros.

Se unen al crepúsculo
hechizado de tu misterio,
se electrizan al deseo.

Bocas de cráteres y fuegos
que titilan con sus lenguas
la pasión contenida del encuentro.

Los perfiles de las caras
desentierran en cada poro,
las necesidades y las ansias
del encuentro amoroso,
en las lenguas enredadas.

El abrazo permanente,
de dos cuerpos que se aman
mis manos en las tuyas,
se enarbolan y enraman.

Los pechos se aprietan
de dureza y ternura,
es la fuerza de la entrega
cuando las esencias se derraman.


Sobredosis de endorfinas,
y en cada cara dibujada,
la sonrisa placentera.

Y en el iris de tus ojos,
ese brillo descubriendo,
emociones satisfechas,
de un momento inspirado
de un suspiro apasionado.

Son los besos deseados
son los besos soñados,
que se quedan en la retina del recuerdo
para luego retomarlos
en las historias de tus besos.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Adagios y tristezas


Adagios y tristezas

Frágil es la figura
Que se deteriora con premura
En los anagramas del tiempo.

El tiempo no es tuyo
No es mío
No es nuestro.

Pertenece a la locura,
A la fina singladura
Que teje la araña
En la oquedad de tu cabeza.

Quizás seas presa
De la vanagloria de la escritura
Mientras las risas te arrastran
Por el derrotero de la sepultura.

Quizás solo seas
Una válvula de escape
Mientras tu ego te alabe
Y entre tanto se cueza
Una impronta en tu carácter,
Que te defina como hembra.

El tiempo no es tuyo
No es mío,
No es nuestro.

Pertenece al momento
Mientras salpican los segundos
Y yo meditabundo componiendo,
Tú sin otra cosa que hacer leyendo
Y ella en una silla sentada
Riéndose a carcajadas.

¿Sabéis una cosa?
La muerte va cavando una fosa,
Y después de esto nada,
Solo polvo y más polvo de estrellas.

Así que analiza y piensa,
Pregúntate, como, cuando y porque,
Se ha cruzado este destello en tu camino.

Solo soy un granito en tu sendero
Un semilla de mostaza en tu granero,
Y seguro que mañana,
La gran parte de una mortaja.

El tiempo no es tuyo
No es mío
No es nuestro.

Es la expresión de un lamento
O una carcajada,
Hondando en el viento.

Pobres iris verdes
Se perdieron de madrigales
Entre los madroños otoñales.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Bien venido a casa


Bien venido a casa

Pasas desorbitando mi tiempo,
creciendo y creciendo
en las paredes de ni alma.

Y mi casa se engalana
percibiendo tu perfume
exhalando tu fragancia.

Sintiéndose orgullosa
te regala las llaves
de mi humilde casa.

No es ningún lugar palaciego
ni siquiera esta amueblada
de noble madera,
es un lugar sencillo
donde prima la luz y el aire.

Tiene un comedor
orientado al amanecer,
bañando con un bello paisaje,
sus ventanales miran a la gratitud
y en sus cristales no hay opacidad,
son de radiante trasparencia.

Tiene una morada para dormir,
con un ángel que te cubre con sus alas
las estrellas de la noche serán tu cobertor
y la luna te sirvieran de almohada.

Solo tiene un defecto,
un corazón impulsivo
que a tu lado,
puede morir desangrado,
pero no es muy malo,
solo un poco mimoso e inquieto.

Se acostumbra uno fácilmente
a su latir quebrado,
es como un viejo osito de peluche,
no es hiriente,
solo un poco quisquilloso.

Tiene unas nobles mascotas
que cuidan de sus inquilinos
y los hacen mirar hacia dentro.

Bellos animales domésticos
son mi camello, mi águila, y mi león.
Aunque se haría sitio a tu loba,
Tu gaviota y tu pantera.

La casa es pulcra,
alegre y saludable,
tiene de fondo el mar,
los vientos y el aire,
y el canto de las aves.

Huele muy bien por dentro
si en el dormitorio de invitados
la albahaca el tomillo y la hiedra.

Se enhebran al verde apasionado
De los iris encantados
que a este corazón amenta.

Si no también esta aromatiza
pero a aire fresco,
A vendaval de ilusiones,
A sueños de abeja enmelada.

Luego tiene lo demás,
como cualquier casa que se precie,
su zaguán y su jardín.

Y una cocinita con una puerta
que da a un huerto,
donde pasa un arrollo claro,
y un caminito
que va en dirección al cielo,

Por algo vivo muy lejos del infierno,
en el paseo de la gloria,
muy cerca del arco iris,
donde recoge el agua la noria.

Aunque no lo creas todo no son,
borreguitos blancos
y nubes de algodón.

De, vez en cuando,
y solo de vez en cuando,
me visita, algún amigo
de la calle del infierno.

No son mala gente,
ni tienen rabos ni cuernos,
son gente como tú y yo.

Eso sí,
no saben del camino interno,
ese que procura,
la solidaridad humana
el perfeccionamiento interior
creciendo la justicia en el amor.

Ellos solo ven una larga fila,
y mejor estar el primero,
que en medio o el último,
sálvese quien pueda.

Los demás no son su vida,
no les pertenece sus historias
que un mal rayo les parta.

A ellos no les importa nada
a quien se pisotea en el camino,
solo avanzar en la línea larga.

Se creen con derecho de superioridad
y se olvidan, que solo son almas,
con tanto derecho como otra alma.

La vida es un regalo, un azar,
una casualidad cuántica,
de este universo desbocado.

Ya tuvieron suerte
en la rueda de la fortuna,
para estar agradecidos.

Los parias,
los desposeídos de la tierra
los pobres,
para ellos no cuentan.

Son los cínicos patricios
de esta sociedad consumista,
de este caos evolucionista,
los sin alma, los sin dios.

En un corazón noble,
si Dios no llamo a su puerta,
solo hay que seguir el camino,
está lleno de señales,
que tus animales
te pueden hacer distinguir.

Que no haría yo
Sin mi camello y mi león
Para convertirme en niño.

martes, 16 de septiembre de 2008

DUERME MY NIÑO DUERME




Duerme my niño duerme

Quebrado de azabache
El manto cárdeno y zaino
No tiene candelas,
Ni chispas de estrellas.

Un astro cegado contaba
Y ellas titilantes brillaban
Jugando al escondite
Detrás de las nubes.

La noche se haya dispersa
Selene se mira radiante
Sus rizos de plata
Se hacen guirnaldas
En los espejos del agua.

Mi niño se duerme en los brazos
La noche le mece su alma
El viento silbante le canta
Canciones de cuna.

Duerme mi niño duerme
Cierra tus ojitos melosos
Que abrace tu corazón al sueño
Que si eres bueno.

Mañana florecerá el alba,
Te regalara un nuevo día
Y un sol muy grande.
Y el amor de tu madre
Para que siempre lo guardes.

domingo, 14 de septiembre de 2008

QUIEN FUERA AGUA


QUIEN FUERA AGUA


En el ardor de tu sonrisa
Te prometí ser un torrente
O hacerme agua.

Quien fuese aguacero
Y poder enredarme en tu pelo,
Quien fuese roció
Y cubrirte sin hastió.

Quien fuese granizada
Y desfogar el fuego de tu alma,
Quien fuese agua
Y apagar la sed de tu boca.

Quien fuese ola
Y arrastrarte a mi playa,
Quien fuese lluvia
Y acariciar tu piel desnuda.

Quien fuese maremoto
Para minarte por dentro
Habitando tus venas y tu hueso.

Quien fuese vaho
Y susurrarle a tu alma
Quien fuese lago
Y reflejarte en mi espejo.

Quien fuese océano
Para que navegues en mí adentro,
Quien fuera mar
Para contenerte.

Quien fuera rio
Para sentirte,
Quien fuera lágrima
Y rodar por tus mejillas.

Quien fuese burbuja
Y flotar contigo,
Quien fuese afluente
Y recalar en tu relente.

Quien fuere saliva
Y ser la simbiosis de tu palabra,
Quien fuese fluido
Y estar así siempre contigo.

Quien fuera lo que sea que fuere
Para estar siempre unidos.

Hoy fui las gotas
Que te limpian y te besan,
Hoy fui el agua
De la ducha de tu grifo,
Hoy estuve contigo un instante,
Lo malo fue hundirse en el desagüe.

viernes, 12 de septiembre de 2008

LA HISTORIA DE UN BESO


La historia de un beso

Ensombrecí las cejas
la angustia desazonaba mi estirpe
explosionaba en mí
la mitad de mi mismo,
mi credo se hizo vano indisoluble
aquel castillo de naipes,
se hacia una montonera.

Después de la discordia
fue la carcoma de la ausencia
quien minaba el corazón
pusilánime se creó el vacio
y en aquella oquedad cavernosa
se instalo el hastió.

Las necesidades del alma
son cortesanas del ego,
y el ego es la indolencia del egoísmo.

Imperiosa la mente buscaba el encuentro
no quería ser el homicida
de su otra realidad femenina
aunque la diosa creada
en la locura de la indulgencia,
fuese chabacana, vulgar y ramera.

Y aquel día de improviso
el azar quiso que estuvieran en el mismo sitio,
Y un escalofrió recorrió el espacio
una presencia mitigo al dolor
las miradas celadas se buscaron
y el encuentro radiante fusiono el amor.

Una media sonrisa asolo nuestras caras,
Y sin mediar palabra
los labios tiraban de los cuerpos
fueron, en busca de sus iguales
como dos imanes que se atraen
como si el uno sin el otro,
Fuesen nada, muy poca cosa.

Y aquel beso hechizo la paz y el sosiego
quebrantando la armonía del alma,
Quedó tatuado a fuego
en la comisura de los labios,
quedo grabado a hierro en el alma.

Sin decir nada te dije todo,
sin mediar palabra,
Tuvimos la conversación más larga,
Y sin unir nuestros sexos
llegamos al más profundo orgasmo.

la alegría y el llanto dibujaban en la cara
los estertores del espíritu,
nunca fuiste mía, como aquel instante,
nunca habré amado así a nadie.

Después de aquello
nos miramos a las caras reconociéndonos
y saltaron sendas lagrimas,
de mis ojos y tus ojos
Fue un fin apacible pero irremediable.

No se puede parar el tiempo,
y algunas burbujas del pasado
Duelen más que un dulce beso.

jueves, 11 de septiembre de 2008

SUSURROS EN EL AIRE


SUSURROS EN EL AIRE



Es una noche preciosa
de delicada armonía,
las estrellas salieron
a jugar con la luna.

Abro la ventana
y el éter lleva esencias de jazmín,
el sosiego apacigua la noche
y la paz y la calma
trae la esencia de ti.

En una estancia lejana de aquí,
Oigo susurros de melancolía,
Almas haladas y durmientes
Vuelan en los latifundios de los sueños.

Velos de tul y gasas de satén arropan
A la margarita blanca encendida,
De talle delicado
Y pétalos largos dorados
Se acobija en si misma
En el embeleso del sopor.

Notas diluidas y fugaces
Sobre campos de orquídeas
Mece la voluptuosidad del ensueño.

Fuentes encantadas
Y besos de pasión
Apagan la sed de sus labios.

Almas que irrumpen
Con la luz de las estrellas,
Y en la distancia se armonizan
Y se hacen etéreas y errantes.

Espíritus que vagan
Hoy se encuentran
sobre espacios infinitos,
seres fulminados,
en la pasión y el deseo
se aman con la codicia de Morfeo.

Reflexivos y amantes,
atropellan a las ondas de la noche
diáfanos deseos comprimidos,
se impulsan en latidos de sangre,
que anegan el corazón.

Pensamientos difuminados en las sombras,
se colorean en la noche trágica

En dulces amargos de dolor,
sensaciones fundidas
en el ocaso de los sueños,
Que nos sacian la razón.

Poesías que componen,
los versos del amado,
poesías que inundan el sentido, la razón,
es el agua que aviva y alimenta,
las semillas renacidas del amor.

La canción del enamorado,
el sufrimiento interior,
la mente que se alarga en el espacio
y entra en tu corazón,
y contempla la flor de la pasión,
son los sueños deseados,
es la vida y el amor.

Campos de trigales verdes,
menta sobre la albahaca en flor,
cielos de luz y fantasías,
montañas mares luna y sol.

Quiero gritarle al mundo
quiero regalarte una flor,
quiero contarle al aire,
quiero decirle a Dios.

Que mi alma no esta vana,
que esta colma de amor,
que explosiona en la energía,
Y así se une con Dios.

Dios no es un amante celoso,
Dios es la liberación,
de la sombra del pecado,
del poema y el amor.

Y los labios que besaron,
a una ninfa en la noche
mientras el sueño corrió.

Hoy hace una noche preciosa
y el éter huela a Jazmín
los labios me saben a menta
y el corazón bulle en mí,
algo tendrás que ver tú.

lunes, 8 de septiembre de 2008

IMÁGENES


Imágenes

En la lejanía se aviva una imagen vespertina
Que inunda el cielo a granel, en hordas de cúmulos enmarañados de sol, el plomizo acuoso avanza en los estertores de un cielo marengo, el vaporoso halagüeño algodón, va cargado de húmeda ilusión a los ojos del labriego, promete una noche lluviosa y cantarina.
Una cifra en la agenda pluviométrica, y un buen tema de discusión en la taberna.

Siempre es poca el agua para la tierra, y estos días tras del verano la sofocan casi de una sed desertica.

En el horizonte desdentado se acuña la noble y vieja ciudad, que me adopto en mi primera infancia .

Un día hizo mención de ella un capitán enamorado,
Que a la espera de la conquista de dicha ciudad, poco antes de entrar en combate este desapareció.

Cuando Fernando III el santo noto su falta, y una vez ya conquistada la ciudad, le pregunto al joven capitán
Alvar Fáñez donde había estado, y este le contesto: me perdí por esos cerros de Úbeda señor.

La frase fue tomada irónicamente por los cortesanos,
Y quedo para la posteridad, como un dicho español,
De salirse por los cerros de Úbeda, nunca mejor dicho en la misma expresión de la palabra.

La verdad es que estaba de picos pardos, con una mora a esas mismas horas de la batalla que le robo el corazón.

Ya lo dice un refrán español, puede más pelo de
Coño que maroma de barco.

La ciudad se amamanta de unas cordilleras y lomas blancas, preñadas de sementeras y verde olivos.
El rio Guadalquivir la riega de lejos, aunque sus neblinas mañaneras nos recuerdan siempre a este Betis.

Una vieja ciudad, cartaginesa, moruna y cristiana,
Cuna del renacimiento andaluz, en sus calles
Aromáticas de aceite se impregnan la sabiduría de un pueblo leal y alegre.

En la calle Valencia su huele a barro, por los miradores verde letargo de un mar de olivos enfilados.

En sus callejas detrás de cada postigo la nobleza
Se adivinan en su porte los blasones familiares.

Por los viejos caminos que serpentean en el follaje
se ven ligeros de equipaje a los campesinos ya de vuelta de su jornada labriega.

La tarde ya desfallece, la noche se encamina lluviosa,
Ya os contare en otra hora, otras cosas de esta tierra.

sábado, 6 de septiembre de 2008

MISCELÁNIA



MISCELÁNIA


Al arrope de tus ojos
Se cierne un remanso de ternura
Ráfagas de verde oliva
Amparan a unos iris pardos.

Ondas que procesan agasajos
Se mecen en mi pecho
Pensamientos de reciproca armonía
Se pasean por tu cuerpo.

La extensión de mi pasión
Es tu propio sentimiento
Y el alma que lo induce
El embeleso de un tormento.

Los relentes de tu amor
Quebrantan mi esqueleto
Y el beso artificioso,
Alimenta mi deseo.

Arcos para mis labios
Y cáliz para mi cuerpo
Fusión de molduras
Y unión de sentimientos.

Gota de lluvia en el ariro cielo
Fluido etéreo del aire
Que libe y cale el alma
Y calme la sed de los labios.

Grito que rompa el silencio
Trueno en la tormenta lejana
Que avecine al relámpago
Clamando a la luz el alma.

Susurro que enhebre el misterio
En la noche tórrida y larga
Caricia sobre la sabana
Y eco en la almohada.

Luz, comino, guía
Que yergue tu fuero interno,
Y sobre la noche estrellada,
una luna de porcelana,
Que entre por tu ventana.




viernes, 5 de septiembre de 2008

OJOS VERDES


Ojos verdes


Esmeraldas de misterios
Hechizan la noche oscura
Luceros acrisolados
De pálido verde bruma.



Avalos de verdes aguas
Navegan con la espuma
Sibilinos aterciopelados
Estelas de luz de luna.



Sicarios de corazones
Ladrones apasionados
Acaudalados en el amor.



Silencio sobre el silencio
Irradian su verde destello
Que tiñen mi sentimiento.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

¿QUIEN ME PRESTA UN CORAZÓN?


¿Quién me presta un corazón?


Me levanto de la cama
Taciturno, pesaroso, horquillado,
Enhebrado entre los sueños.

Los satenes quedaron fríos
Los escarcharon los anhelos
Esbozando a los recuerdos.

¿Donde estas corazón?

Que no percibo tu tic, tac,
Donde vaga mi otra mitad
Que la siento redoblar.

¿Donde andas pendenciero?

Quizás al otro lado del mar,
En los desfiladeros de la costa,
Con la mirada perdida,
En los abismos de la mar.

O quizás te salpique
El murmullo de la fuente
De mi alma campesina y hortelana,
Que siembra, abona, riega y ama,
Esperando la cosecha.

¿Donde estas corazón?

En el arcón de los recuerdos,
O en la caja fuerte de los sueños
Esperando el santo y seña
Que te libere del acero,
Antes que la muerte guadañe
La esperanza asilvestrada
Y la ilusión se convierta en cárdena.

¿Donde andas filibustero?

En las añoranzas de la mente
En las iniquidades del ser
En el preludio de las horas,
O te balanceas insolente
En el péndulo del tiempo
que tiñen las sombras de la noche.

¿Donde estas corazón?

Te llevaron las aguas
En las crestas de las olas,
O una sílfide del aire,
Silencio tu palpitar.

Quizás te fuiste
Con las hojas del estío
Que danzan mortecinas
Entre los pétalos de las rosas
Escuchando los armonios
De una triste balada de otoño.

¿Donde estas corazón?

Que agita tu dulce sonso neo,
Que solo su eco aligera mi pesar.

Donde se mece tu agua subterránea,
¿Tan profunda es su oquedad?
Gimieron los sentimientos,
Quizás no sea agua dulce
Y contengan todas las exequias de la mar.


Pesaroso y quieto
Compungido casi enervo
Se fue en el aire diluyendo
Dibujando exotéricas estelas
Lacerantes en el espacio difuso.

La narcótica ola,
Naufrago en las entenderás,
Arrastrándolo todo
Como un maremoto.

Quien me presta un corazón,
Para ir tirando el día,
Que lo llenen de amor
Que este que tengo yo,
Lo extasiaron de mentiras.

Otro día que amanece
Otra tarde que suspira
Otra noche que muere
Otro sueño que agoniza.

Y mis huesos, pesarosos
Ya arrastran a mi cuerpo,
Y a la sombra de sus besos,
Sus mentiras, mis reproches
Sus misterios, mis recuerdos.

Quién me presta un corazón
Que llague, las albas del día,
Le de calor a mis noches
Lo embriagaré de alegría,
Lo sumiré al alma mía.


¿Quién me presta un corazón?