martes, 22 de mayo de 2012

Y dijo Dios hágase la luz, y la luz se hizo Y vio Dios que era buena.







Me enseñaron mis mayores, que uno cosecha lo que siembra.
A ser tolerante y a tener empatía con el prójimo,
A buscarse y encontrarse en el laberinto,
y esculpirle una talla amable al egoísmos.

A ser el mayor critico de tus actos
y no ponerle peros a tus defectos.

Intentar ser generoso y amable con el prójimo
y no quedarse con la primera impresión de las cosas,
reflexionar ante la conducta del ego.

Y ser uno mismo en este engranaje que es la vida.
La máxima expresión del universo
y una motita de polvo en un gran desierto.

A creer en el amor y la solidaridad de las almas,
esas que nos hacen únicos y exclusivos.

Pero hoy ante mis amigos
me doy cuenta que soy un lunático,
un activo toxico que vive en un engaño.

Que esto es una jungla llena de parásitos,
y peligrosos devoradores,
mejor ser depredador que ganado
mientras tengamos los colmillos bien afilados.

Esto es un bucle intrauterino, un camino pendular,
nos nace un niño Dios y al poco lo llevamos a matar.

Todo nos va bien si no nos rascan el bolsillo,
que aquí lo que importa es que no termine la fiesta,
aunque habite entre nosotros la bestia,
el poderoso reino de Satán.

La numerología y el dinero,
la sociedad de consumo, el poder,
el debe y el haber,
su majestad el dinero,
ser lacayo del dorado metal.

Quien nos dijo,

_No solo de pan vive el hombre.

Jira el mundo jira,
y una plaga infecta a la tierra.

La humanidad.....
El big bang…………

Un problema resuelto
y otra vez a empezar.
Que luego ya Dios nos dira.

Hágase la luz, y la luz se hizo
Y vio Dios que era buena.