domingo, 29 de julio de 2007

CARTAS ROBADAS; GAVIOTA

CARTAS ROBADAS; GAVIOTA


En la transparencia de mi cielo oscuro,
Agazapado en el sigilo de la noche,
Un susurro armonioso recorre mi mente,
Candente tu nombre,
Navega entre las arrugas de mi frente,
Si filtra en mi pensamiento,
Y se visualiza en la retina
de la imaginación y el anhelo.
Te veo y te deseo,
Compañera de azares,
Navegante de las sombras de mi noche,
El fulgor de tu fuego me acompaña,
La melodiosa armonía de tu alma,
Me canta canciones de sirenas,
Que embriagan golpe a golpe,
Los latidos de este viejo corazón,
Cuando leo las pinceladas que trazas,
De tu ser sensitivo,
Que esbozas magistralmente.
Retratas y perfilas la ansiedad de tu espíritu.
Y esa marejada de letras y emociones,
Me embauca, me empapa, me riega y alimenta,
Necesidad del hambriento,
De comer del pan que le alimenta.
Comparto con tigo,
El espíritu emocional del sentimiento,
Y navego en el mismo mar,
De las emociones y el sufrimiento
Con la misma vela y el mismo viento.
Esa brisa marina que nace de tu espíritu,
Ese viento fugitivo que cauteriza mi alma,
Te siente en lo más profundo de tu esencia.
Me aleo a tu pensamiento a tu creencia,
A la fuerza de tu espíritu,
Al movimiento de tu cabeza,
A tus ojos, a tu boca, a tu mirada,
Y hasta el reboloteo de tu falda.
Dejándote libre,
En tu vuelo sibilino,
Tu magistral gavieta,
Discípulo de Juan
¿Quién pudiera volar con tigo?
Ser el aire que te sostiene,
O esa pluma timonera,
Que traza el rumbo de tu mar infinito.
Quien fuera la luna para verte.
El sol para calentarte,
El mar para poseerte,
Una ola para besarte.
En la transparencia de mi cielo oscuro,
Agazapado en el sigilo de la noche,
Un susurro, me grita tu nombre.

GAVIOTA.




martes, 10 de julio de 2007

AZUL



Celeste en el cielo puro,
Índigo en los océanos,
Azulina es la mirada quieta
De tus ojos de añil cobalto.


Marino es tu verso prono,
Zarco de tinta y de sangre
Corvetas hacen tus iris
En las sinfónicas melodías del aire.


Aguamarinas luce tu rostro,
Salitre, y dos grandes lagos
Turquesas de luz vítrea
Lapislázuli ensoñador,
Topacios de sangre noble.


Pajareara tu alma sureña
Por los paramos de mi valle
Cometas que al viento se alzan
Pintadas de aluminio y cobre.


Sicarias serán las nubes
Que se atropellen con tu mirada
Te dejaran humedecida,
La candida paz de tu alma.


Desde la cima de mi montaña,
Mi águila grita tu nombre,
Mi león sereno aguarda,
Y el niño que llevamos dentro
Desde hace tiempo te acompaña.


Azul es el etéreo infinito,
Azul es el abismo del mar
Azul el color de dos luceros
Que se embriaga con la mar
Azul es la premura de la soledad
Azul es el misterio, y añil, mi catarsis.




viernes, 6 de julio de 2007

PRINCESA GAVIOTA Y SIRENA

PRINCESA GAVIOTA Y SIRENA



La tórrida noche clama añoranza
El viento hierra la desesperanza
Entre lacónicos susurros
El amor desfallece noctámbulo
En ecos de solariega ansiedad.

La luna flirtea en el ancho cielo
De blanco se torna el lucero
Luciendo su velo de novia.
Selene encarnando misterios.

Las olas la miran celosas,
Rompiendo destellos de plata
En los espejos marinos,
Donde se baten las aguas.

El viento me trae en silencio
Los sueños rotos de amor
De una princesa de cuento
De una lejana gaviota
Y una sirena anclada en el tiempo
Que canta canciones de amor.

Resuenan en mis oídos
Su pasión femenina
Su idílica mirada felina
Envuelta entre olores
Vibran en mis sentidos
Con frecuencia de ultra sonido.

Calida alma que enciende centellas
Vive en su sueño dorado de estrella
Fulgores que irradia
Su corazón de seda.

Mujer de carburo sueño,
Tu alma se forja
A golpes de agua,
Que caen sobre piedra
Iluminando la inocencia.

Tus ojos de musgo
Se llenaron un día,
De agua de vida.
De lágrima salada,
Aquella que era
Un manantial en tu entraña.

Princesa, sirena y gaviota
Quisiera tus verdes ojos de menta
Quisiera tus largas ondas marinas
Quisiera la brisa de un beso
Quisiera fundirme con tigo
En un calido vuelo.


Gaviota de la mañana
Sirena en mi larga tarde
Y silbo en la bruna noche
Caricia de alma en la madrugada
Y amiga tan solo al despertar el alba.

Quisiera que sepas mi amiga candida
Que siempre te amo en la noche
Que solo a mi vienes en la nostalgia
Cuando tu sueño se filtra en mi almohada.

Como una gaviota lejana
Una princesa de cuento
O una sirena varada.