viernes, 3 de octubre de 2014

PUNTO Y COMA


PUNTO Y COMA

Cautivos fueron los besos que otorgue al aire
sometida fue la mirada que flagelo el recuerdo.
No estaré en tu transito
ni en el ojal de tus labios escondidos
no desabrochare la presilla
que afirman tus senos
ni deambulare en el crepúsculo de tus horas.

Poro me llena la fragancia de tu verso
que se engrana a mi monótono día.
pienso en esa cama vacía
que necesita el sentir de un poeta
y en el arrullo de tus cejas
que vociferan la clemencia
para salvarte cada día
de un corazón solariego.

Mujer de pálido día
y de noche incierta,
tú qué haces de las palabras belleza
y del sentir sensualidad
al candor de las sabanas,
ritmos que tu alma irreversible
otorga al raciocinio,
en la intima soledad de la plegaria.

De soslayo yo te digo,
que vi relucir el corazón de acero,
y traspase tu puerta en la bruma
y alguna vez fui unisonó con tu alma.

Quiero ver en tu poema
la declamación perfecta
la asonancia en la rima
y tu alma descompuesta
al corazón amigo,
para enredarnos juntos
en esa deriva.