domingo, 31 de agosto de 2008

TE CUENTO


Te cuento




Cautiva en los añiles espejos
La patina luz glaciar
Brilla con sus reflejos
Las aguas lunares del mar.


Tiende la mano cariño
y vente gaviota conmigo,
A la fosforescencia de afecto
Que yo te digo.


Luciérnaga de amor curtido
Alumbra este corazón partido
Que es tuyo y mío.

Por las rendijas del alma se cuelan,
Alborotando mí ser
Destellos verdes de una gacela.

sábado, 30 de agosto de 2008

LA BOCA


La boca




Boca que mi boca vienes
Aberturas de besos y labios
Bordes de carmín de ceras
Lujuria y tú en mis arcos.



Almas que se impulsan
Agitan las tinieblas de la boca,
Comisuras que se desbocan
Buscando en tus labios la pureza.



Aureola que emana el beso
hirviente fulgurante de deseo
Alma, corazón y vida.



Vida para arroparme
Corazón para sentirte
Alma para siempre amarte.

jueves, 28 de agosto de 2008

El camino. Trazando sendas


El camino.
Trazando sendas


Baje desde la cumbre
a las vaguadas de este valle,
deje a mi camello y mi león
enfundándose en un cuerpo de niño,
creando una metamorfosis
para que todo fuese distinto.

De purezas e inocencias,
llene un corazón cobrizo
y el arrumbe de este cobre
poco a poco lo deshizo.

Cuando uno es como el camello,
cargado con todos los fardos del alma,
para conciliar el gran sínodo,
entre tu yo y tu ego
tu moralidad y tu espíritu
y el amado anhelo.

Y te aventuras a la travesía
en el desierto de la dislexia
del conocimiento de ti mismo
con un paisaje yerto, duna a duna
venciendo al sol y al reflejo del egoísmo.

Todos los pasos que das,
están pesados y bien medidos,
la trayectoria de tu conocimiento interno
te hace más capaz, menos voluble y mas etéreo.

Hasta llegar otra vez al oasis,
al remanso interior del alma,
y saciarse del agua esperada
apaciguando los manantiales de tus ansias,
aliviándose también de la carga
y descansar del camino impuesto.

Si esa agua en la poza
Del destino se hizo agreste,
y el lodo y el barro
la enturbiaron de alumbre
y la arena la engullo en su seno.

Y el camino se hizo largo
tortuoso para el camello,
al animal cansado y sediento
solo le queda morir en otro intento.

A no ser que el aguila
lo levante de este duelo
y le venga a rescatar,
y lo alce en blanco vuelo
a los manantiales de luz,
a las cumbres de las montañas.

Y lo sacie de las aguas cristalinas del cielo
bebiendo de las tormentas
y despejándose con el trueno
y deslumbrándose con el rayo
que le dé vigor su luminiscencia,
y el león que habita adentro
se despierte de su letargo
Lo libere de la carga
y le anime a subir otro sendero.


Reflexiono y le pregunto a mis animales,
al camello que llevo
las cargas de mis pesares,
a mi aguila que siempre voló
y fue libre en los cielos,
a mi león que me libero del infortunio
y me defendió ante la benevolencia
rugiendo a los temores,
y a ese hombre que se hizo niño
y quiso un día ser un súper hombre.

Todos callan y tibian la mirada
extendiendo los brazos
me señalan en el horizonte
el comienzo de un nuevo alba.

Retomare el camino
y seguiré a mi lucero
acompañado de mis animales
y buscare a mi compañera,
que también sea pastora.

Aunque ella en vez de perro tenga loba,
Y en vez de aguila una gaviota
Y su león sea de trapo,
Y en su alma ruja una pantera.

Seguiré haciendo estelas
Sobre las brumas del horizonte
hasta que zozobre en tu oído
la melodía de mi lamento,
y como una suave brisa
empape los efluvios
de tu pensamiento.

lunes, 25 de agosto de 2008

Desde las cavernas, esperando el alba, el Camino.


Desde las cavernas,
esperando el alba,
El Camino.

Desde lo alto del otero
Me detengo y miro
La carretera andada.

Ancho y largo es el camino
Veredas polvorientas
Empinadas cuestas de abrojos
Barrancadas y cañadas
Valles frondosos.

Bosques de sombra y luz
Y senderos tenebrosos
Flores de tul, campanillas y amapolas
Rosas de espino,
Alegrías, penas, quebrantos,
Y cantos rodados,
El pan y el vino para hacer el camino.

Noches de luz
Y días de frió
Amaneceres gloriosos
Y atardeceres de estío.

Y ahora que le miro
Solo queda del camino,
La trocha andada
Y la vieja estela
Tortuosa y gastada.

El polvo en los zapatos
Y las imágenes que el iris
Fue almacenando con los años.

La experiencia de la vida,
Las cenizas en el pelo,
La camisa sudorosa,
las arrugas en la frente,
Y un corazón cansado
De subir tanta pendiente.

Me detengo y reflexiono
En la cumbre de esta cima,
Respiro pausadamente,
Y la vida se retrata
En un solitario indolente.

Soñador que a la noche
Se le hizo eterno presente,
De luces mágicas de hoguera
Y cabalgaduras chispeantes de estrella.


La mirada me lleva
A lo alto de otra meseta,
Donde una compañera
Ni media naranja ni limonera,
Me anima a seguir hacia delante.

Allí, el horizonte es más amplio
Y me espera,
Con una lumbre y un puchero,
Un catre y un brasero
Donde calentarse puedan
Estos huesos calcinados.

Se hizo camarada de mis animales,
Los acogió también,
Ya el águila el camello y el león,
Tienen nuevo cómplice.


Espero no llegar tarde
El tiempo me acompase
No sea que un temporal apague
El fuego que allí arde.

Retomare el sendero
Y tendré cuidado extremo
De arrumbar en las pendientes
No valla que una caída
Me aparte de su fuego,
Y quede errante en el camino
Sin luz ni estrella ni lucero.

Tengo que llegar allí
Y proseguir el viaje
Para que juntos andemos
Nuevos horizontes.

Llegare pronto a tu encuentro
Solo pretendo hallarte
Y la vida nos marque
De verde nuestro sino.

Y así, mimetizarnos en el paisaje
Ser raíz, tollo, hoja, árbol,
Pájaro, aire, barro, nube y rio.


Y algún día detrás del arco iris
Encontrar nuestro destino,
De ese nuevo ser nacido
Que le llaman superhombre.

sábado, 23 de agosto de 2008

PARA MI AMIGA


Para mi amiga,
Porque ella es como el girasol,
Que riza la luz y el aire.


Una ráfaga de sensaciones
Parió hoy el soplo de tu aliento,
Si no te conociese pequeña,
Me parecerías incontable.

Girado y anisado viene,
De menta se lleno el aire,
La albahaca de tus pestañas
Se quiebran en mis estambres.

Envidio la tortuosa voz
Y donde la corta el viento,
Resonándola en dulce eco.

La energía de tú alma
Labra campos de pasiones,
Y yo lleno de ilusiones
Soy campesino modesto,
Apaciguo con mis ganas
El hambre que yo siento.

La ambrosía de tu cara
Termina en rubios filamentos
Como envidio al éter
Que se mueve libre entre ellos.

Donde comienza tu imagen,
Y donde termina tu cuerpo,
Como dibujo a tu risa,
Y cuando acampo en tu seso.

Donde amortiguo las olas
Que me arriban por dentro,
Y en que puerto abordo
Las granas sedientas de tus labios.

Como se enhebran las formas
Como se escucha tu verbo
Las palabras se entrelazan
Y va surgiendo el sentimiento.

Cimbrando caricias y pasiones.
Acompasa el corazón latiendo,
El ritmo de la oratoria,
Talla la plegaria de tu memoria.

Que va algodonando el aire,
Y luego yo respirando
Me envuelvo de golosina,
Melaza que a fuego lento
Va convirtiendo mi alma
En hilos de caramelo.

Amiga de verso y letra
Maestra del desconsuelo
Pintora de lunas y albas.

A ver cuando apresas
En tus manos de porcelana,
Un pincel pequeño,
Y me haces un humilde boceto.

martes, 19 de agosto de 2008

DICOTOMIA


Dicotomía


Una separación melodiosa se procesa
Entre tu alma y la mía
Carnosa como la cereza es la tú ya
Del sabor de la frambuesa es la mía.


Dos caminos que se encuentran
Dos olas que se arriban
Dos esperanzas y unos poemas
Dicotomías de cenicientas.


Dos espíritus subyugantes
Por el mar de los sargazos
Sin el aire que los mueva.


Corazones rotos fulminados en la impaciencia,
Ensimismados sin comprenderlo, se complementan,
Aunque ellos sin saberlo no lo quieran.

sábado, 16 de agosto de 2008

ATARDECER


Atardecer




Brilla en los añiles
Otoñales del radiante cielo,
Un sol acrisolado y tierno,
Que en los estertores
Taciturnos de la tarde,
Va abocando el destierro.


Las nubes vaporosas
Se cubren con flecos de fuego,
Y el tumultuoso lucero
Se viste con traje albo de cola,
El sol iracundo,
Se muere a los albores de la luna.


El aire se ruda y condensa
El viento se mueve sereno,
Las gasas granates del cielo se espesan,
Y el horizonte de seda
Se va cubriendo de luto y estrella.


Mi alma,
Melancólica danza,
Se imanta del recuerdo de ella,
Y cruza veloz en mi mente
El canto de una sirena.


Sus ojos de bello misterio,
Su ser apasionado y gema,
Su aura, bucólica hiedra,
Navega por el crepúsculo
Azul de la conciencia.


Mientras mi alma se agita
En los sarmientos celestes
Que persiguen su estela.

Una rafaga fugaz
Atraviesa el espacio,
Y un olor a carmín
Se enreda en mis labios.

La brisa pronuncia
Un ininteligible eco
Y el ardor de mi alma
Se incinera en sus brazos.

Miro al cielo,
Y el aire se condensa
En un sonoro te quiero.

viernes, 15 de agosto de 2008

ARMAS DE MUJER FATAL


Armas de mujer fatal


Sobre el perfil de la cumbre
Trazo la senda impuesta
Que dibuja la trayectoria
A los apriscos de tu ser de mariposa.

La cordada está dispuesta,
Y un impulso solo me vasta
Para que mi cuerpo alcance
La última escala.

Aquella que el sueño
Otorgo a la memoria
Tatuando de dolor perenne
La ingravidez del insatisfecho.

Una pieza más
Para el puzzle vital de mi existencia
Que yo encaro de mil formas
A ver si engrana
De una manera perfecta.

Las sombras se perpetuán
Como esas nieves
Que rascan el cielo
Y a veces el desaliento
Turba los proyectos.

Y es que no puedo
Con el armisticio de tu sentimiento,
Idílico pájaro de fuego,
Córvido y funesto,
Sobreviviente de lo muerto.

Es la flor
Tras un duro cristal de escaparate,
O el aroma de esos pastelillos tiernos,
Y yo sin un duro en el bolsillo.

Tendré que saltarme las normas
Y hacerme un vulgar ratero,
Yo quiero la flor en la solapa
Y saborear entre mis labios la melaza.

Aunque me depongo a tanto esfuerzo,
Incluso tocando la última escala,
Me dejo caer en el vacío,
Que envuelve tu transito.

Y despertar de mi sueño,
Mujer sin rostro ni cuerpo,
Solo balada de otoño
Que late en mi cuerpo.

miércoles, 13 de agosto de 2008

LUNITA


Lunita


La luna,
Envuelta en misterio,
Despierta las almas varadas
Candentes de fuego.

La calidad noche
Abriga los sueños,
El astro de ojos melosos
Irradia volubles destellos,
Cadencias y afectos,
Sibilinos besos.


Amistades profusas,
Distancias solubles
Envuelta de espejos,
Arroyos y ríos,
Mares, y pozos de anhelos.


La cálida luna,
Despliega su manto de estrellas,
Su piel bronceada,
Hechiza la sombra de mis cejas,
Nuestras almas gemelas,
Vuelan al unísono
Siguiendo la ruta
De mares sin tregua.


De vientos glaciares
De estrellas polares
De almas sin tiempo
De instantes dispersos
De lazos carnales
Violetas y azules
Que aman a besos.


El pájaro errante,
Que cambia su rumbó
Fulgura de fuego,
Exilio del alma
Estrella candente
Fundiendo misterios.

Hechizo de luna
Gaviota dorada,
Gavilán de mis versos
Los añiles del alba se amentan
En el fraguar de mis sueños.

Lunita de plata,
Reflejo en el mar de las algas,
Rubita gitana
Que duermes tendida
Al son de una zambra,
Tus ojos de ámbar
Camelan suspiros de aliento.


En el fondo de mi ser
Reflejos redondos de queso
Destellos de luz de tus besos.

sábado, 9 de agosto de 2008

CONTINENTE INCONCLUSO


Continente inconcluso



Estoy en ti, en la nebulosa cerebral de tu inconsciente, acariciando el prisma de tu ser, voluble, independiente, indomable.
Como la madre de un vino añejo, que madura la robustez del joven, dándole matices de color, sabor y aroma, enriqueciendo el patrimonio de su esencia.

Moldeando curvas a tu alma de mujer extrovertida.
Como tú estás en mí, llama apocalíptica que calientas y alumbras, consumiendo mi costado, canto rodado que caminas conmigo, piel de mi piel que se injerta a mi costilla, pensamiento apasionado que habita junto a mis sábanas y meces en las noches el sueño ilusionado abrigado a mi espíritu,
Poseso de un cuerpo desvalido.

Porque no me he ido, porque siempre estuve, porque nunca te he dejado y nos empuja igual fuerza, el mismo magnetismo, el influjo de este cielo que nos cubre, la telúrica fuerza de la tierra, el mismo abismo que nos contiene.

Polos opuestos de un imán que al ser divergentes por naturaleza, se contienen el uno en el otro, para seguir manando ese magnetismo, pues sin su contrario, seriamos otro hierro dulce, como tantos hierros dulces, oxidándonos en la maraña de tiempo.

Nos arrasa la misma marea; aunque tú seas el agua, el aire, la sal y la ola, y yo el naufrago intrépido que cabalgarte quiera subido a bordo en los resto de mi naufragio.

Para navegar sobre tu abdomen al son del rompiente y, bailar sobre tu frágil equilibrio de espuma; aunque me trague tu abismo y me envuelvas en un torbellino de agua y arena y el azul de tu vientre, me ahogue varado en el crepúsculo de tu indolencia.

Siempre habrá otra ola, siempre otra rompiente, siempre otras lagunas verdes que me asolen, que empujen mi vela, siempre una cálida palabra, que quiebre el ritmo de tu voz, o un suspiro latente, o una acaricia de asonancia, un verso o un poema,
Alguna lagrima furtiva, que se prendan de tus ojos como ese roció mañanero.

El agua que me lleva será mi continente, porque me embriagan sus olas.
La mar embravecida agita tempestades, se mueve convulsa, incontinua, agitando los abismos avísales…

Pero después de la tormenta viene la calma, la lluvia se remansa, y la cálida luna se refleja en sus espejos, y los barcos dejan doradas estelas sobre su flujo materno, surcos y quilla, timón que navega, abriendo caminos sobre las huellas verdes de la mar.

Fúndete en la espesura del horizonte
Sobre la comisura del viento
Extiende tus alas de Eva luciérnaga mujer,
Hacia la puesta del sol,
Que es ahí donde te espera
Mi triste corazón.
¡Tómalo!
Y mírame sin tormento
óvalos ágatas de pantera.

miércoles, 6 de agosto de 2008

UNA FAMILIA EXTRAÑA


Una familia extraña




Negra la noche
Va zaina en su letargo
Despuntando guiños de estrella,
Y en su andadura
La Luna se tersa
Mordiendo el asfalto
Difuminando sus reflejos
En los carruajes de los autos.

El cielo esta raso
La ciudad descansa tranquila
Con bostezos se duerme
Al influjo de Morfeo.

Mientras se acicala risueña
A manguerazos se riega
Por los servicios de limpieza.

Solas se quedan las calles
Sola se queda mi espera
Al candor de la farola
Que sinuosa culebrea
En la superficie de los charcos.

La luz se emancipa
Celada y cálida
En la ventana de la casa.

Se aproxima la hora
De nuestra cita
Y por el postigo de la puerta
Tú marido no salía.

Pasaban los minutos y las horas,
La espera se eternizaba
En la lujuría del deseo,

Lánguida y huera
La campana sonaba,
El viejo reloj de la plaza
Se dejaba oír trémulo y baldío.

Su don… rodaba el espacio
Curvando el aire
Paseando por calles y avenidas,
Callejas y plazuelas,
Y una tras otra, las doce daban.

La calle estaba solitaria
Y gélido quedo mi rostro,
Solo las hojas
De un árbol revoloteaban
Haciendo dibujos de otoño
Al viento se arremolinaban.

Se diría que fuesen
Como nuestras pasiones
Haciendo cabriolas en el aire.

Mientras un gato negro,
Malandrín y altanero,
Maullaba ambulante
Y enamorado en su tejado,
Quería buscar a su gata
Su felina desconsolada,
De ojos brumosos pardos.

Por fin unas notas musicales
Extasiaron mis oídos
En la oscuridad de la noche
Llego el sonido del chirriar de tu puerta
Parecía poner fin a mi larga espera.

Y una taxis de franja anaranjado
Llego a tu puerta.

Y salió él diligente, vestido de traje,
Con una pequeña maleta,
Un adiós esbozó sus labios
Un beso lisonjero antisonante
Rodó de tu boca a sus labios.

Y una mueca risueña,
Medio burlona, cruzo tu boca,
Que te vaya bien,
Y buen viaje.


El rugir de el taxis doblo la esquina
Solitario el coche prendió huida,
Y en tú cara una sonrisa amplia,
En mi corazón un respingo.

Tu mano al viento ondulante
Con un gesto me llamo,
Y yo escondido tras un banco
Pendiente de la escena
Salí pitando echando fuego
Cruce la calle ansioso, corriendo.

¡Qué grandes eran tus ojos!
Que inmensa tu mirada
El mar y el azul del cielo
Juntos de una mañana clara.

Me recibiste con alegría
Y un beso de enamorada
La cara iluminada
Parecías una luciérnaga
En su luz acrisolada.

A tu cuerpo escapulario
Ceñida de satén blanco
Y debajo de la tela,
Solo tu carne prieta
Solo tu alma blanca.

La voluptuosidad de tus senos
Las curvas de tus caderas
Tu piel canela de seda
La tersura de tus piernas
La espesura del deseo.

Y una hoguera que arde
En el sexo echando fuego
Pidiendo desfogar
Las llamas de este incendio.

¡Que cálidos son tus labios!
Gruesos y apasionados
Rojos como un lucero
Ascuas entre mis labios
Candor entre mis cueros.

Que hechicera tienes el alma
Que navega entre mi sombra
Que me turba y me subyuga
Y me mece al compás
Del pecado y la locura.

Ya no pienso en tu marido,
Porque es mi hermano querido,
Y un mal rayo me parta
Ni en su viaje atrevido
Ni en la sangre que nos abarca
Solo te veo a ti cuñada
Mujer de mis anhelos,
Pecado de mis pasiones.

Subimos las escaleras
Con risas y jugueteos
Rizándonos con la baranda
Con mucha pasión y ganas,
No me importa tu edad,
Guirnalda de mi alma
Ni que seas hija de mi hermana
O que mi mujer u tú
Compartáis mi cama.

Después de un abrazo emotivo
Después de mil diminutos besos
Después de oler tu fragancia
Después de sentirte por dentro.

Yo me quite la camisa
Y tu te quitantes las faldas
Tire el pantalón azul vaquero
Yo me quede desnudo
Y te quite el tanga
En un abrazo de amor
Nos fundimos hacia el alba.

Cadencias amor y suspiros
Sollozos clamor y lamentos
Embriagan las almas que unidas
Extasían sus cuerpos
Posturas que excavan la carne
Miradas de fuego
Fluidos que cambian de sexo
Hombre y mujer
En las comisuras del averno.

Una vez la pasión desatada
Y los cuerpos desnudos se calman
Y en el lecho queda flotante
El aroma del sexo,
Dialogo con mi amada
Fumando un cigarrillo tranquilo
Recuperando las fuerzas dadas.

Me quedo mirando absorto…

_Que es eso tan curioso
Que en el fondo del cajón reluce
¿Parece un anillo de plata?

_Si es muy bonito
Me lo regalo tu hermano
A principio de otoño del año pasado.

_Que raro, yo diría que es igual
Al que yo perdí en verano.

_Pues me lo trajo tu hermano
Una de estas veces que salió viaje,
Lo compro en una casa de empeño,
Eso me dijo.

_No pondrá dentro Laura.

_Y tu como lo sabes.

_Entonces es el mismo que le regale
Yo a tu hermana,
Así que ella me dijo
Que tenía que ver a su amiga
Dos días esta semana.

Y es que sois hermanas
Tan parecidas tan bonitas
Tan iguales tan gemelas,
Pero tan distintas,
Una pasión y fuego
El otro amor de hielo.

Valla mi hermanito pequeño
Que callado lo tenía,
Siempre me tuvo envidia
Aunque es tan solitario
Como tu hermana querida.

Hace su viaje de tren
Para irse de negocios,
Ya se yo qué clase de negocios,
Y es que somos tan iguales,
Pero al mismo tiempo tan distantes.

Así dicen de nosotros,
Con razón,
Que familia tan extraña.

domingo, 3 de agosto de 2008

UNA ALONDRA ARGENTINA


Una alondra Argentina


Alondra del río del Plata,
De mar y cielo
De brisa y aire.

Tu dulce vuelo
De sal y espuma
De agua y canto.

Trae un eco de charango y tango
Acento porteño
Y olor a mate.

Amazona de tibio viento,
Envías un cántico
De amor del alma.

Baladas de Buenos Aires
Pluma en el viento
Blanco lamento
De azul ceniza.


Verdes destellos
Hay en tu aroma
Que salen a fuera.


Por esas gemas
Ojos de fuego
Verde violeta.


Cabellos de rubio pelo
Cubriendo a las cenizas
Que al dulzor del vuelo
El sol abraza.


Del tronco que tú anidas
Salieron tres verdes ranas
Y de las ramas ramitas.

La sombra que puebla tu cielo
Y donde tú te cobijas
La verde grana te habita.


De cuando en cuando
Si el aire agita
Golpea mi ventana.


Y te veo,
Alondra viva,
Como acicalas tus alas pardas.


Como las elevas
Al pulido cielo de añiles gualdas,
Cantos mudos del ser
Crisálida de la esperanza,
En melodías que tu canto calla.


Copos blancos de nieve
Granizos convertidos en lagrima
Llamas acrisoladas,
Que tu corazón encalla.

Junto a mí cabalgan
En nocturnos vuelos
Hacia la luz sublime del alba.


Alondra del río del Plata
Agárrate fuerte a mí,
Que quiero surcar el viento.


Y el ancho cielo,
De azul cobalto
Y fundirme con tu canto.


En la inmensidad del infinito
Nacer como una estrella
Alúmbrate el alma.


Alondra de la noche
Tu alma jilguera
Revolotea por mis campos
Aunque no sea primavera.

sábado, 2 de agosto de 2008

APOSTASIA SUBLIMINAR


Apostasía subliminal


Jarabe de melaza
Caracola del eco
Que mece esplendoroso el viento
Preñado de sentimiento.

Sibilina voz
Que ama en silencio.
Se consume
Sin lamentos.

Manantiales del alma
Roquedales del espíritu
Escultores de estalactitas
Que amarra los sentidos.

Yugo del abatimiento
Martillo percutor
Postrero apasionado
Que clavas espinas
Lacerantes de deseo.

Mágica yunta
Timón del entendimiento
Lanza de carro
Cometa de viento.

Que me incita
Que me turba
Me anima
Y me da aliento.

Pócima que devoro
Verso a verso
Adicto a la fragancia
Y el sabor de tu beso.

Me embriaga la lujuria del deseo
Que torsiona ambos cuerpos,
Afrodita de mi sueño
Mirto coronado en mi cerebro.

Proyectil multicolor fallero
Cascada de pólvora y fuego
Que a la noche engalana,
Y en las manos, las desgrana.

Se hizo la luz para el espacio
Y la tersa piel
Para las caricias de las manos,
El corazón para que latiera,
Y la tierra para enterrarlo.

El destino quiso que fuéramos
Polvo de estrella,
Aunque yo siempre quise ser
Neurona de tu cabeza.

viernes, 1 de agosto de 2008

TU POEMA


Tu poema

En las taciturnas horas
De la noche eterna
Adherido a mí ser
Vuela un poema.

Quejido jondo,
Arritmia del verso
Que raudo anida
En lo profundo del pecho.

Una cálida pluma
Ungida de mágicos dedos
Acariciando el éter
Estruja su seno.

Invocación que labra
Su cántico rezo
Poesía que nace
De un sentimiento.

Aljibe que brota
como una plegaria
De amor que desborda
las pasiones del alma.

Mujer que cautiva
La letra y la rima
Hechiza en palabras
Los susurros del aura.

Crisálida blanca
Sutil verso etéreo
Pupila que el iris
A menta misterio.

Sabes que puedes
Que avivas mi adentro
Que entras en mi casa
Y enciendes mi fuego.

Conoces muy bien
El color de mi grana
Y donde me quema
El calor que me abrasa.

Sigilo del aire
Que envuelve tu pecho
Suspiro profundo
De tu sentimiento.

Pero mí hembra querida,
Los leños se gastan
La llama azulada
Ve va haciendo blanca.

Si alguien no sale
A avivar esta hoguera
Quedara de la lumbre
Solo las ascuas.

Carbones sin fuego
Y cenizas blancas
El calor de la lumbre
Se lo llevo la templanza.