domingo, 30 de noviembre de 2008

ANHELAN MIS SENTIDOS


ANHELAN MIS SENTIDOS

Melodiosa agonía
tripulante del deseo,
embriaga la ansiedad
de mi existencia.

Venus galopa en su aura,
y tráeme la mirada esmeralda
que se quedo eclipsada,
en la rosa de los vientos.

El azúcar nacarado,
que yerme los labios de su abismo,
el arrullo de su acento,
que colma mi corazón de gozo.

Los llantos dolientes
que vierten sus ojos,
espumosos,
verde bruma,

La luz irradiada diamantina,
que funden sus cabellos,
troquelados de destellos,
fulgurantes con el éter.

La risa de eufonía,
cristalina y cantarina
placentera con la vida,
que evoca su simiente.

El aire cálido y furtivo
de sus labios misteriosos
que se enredan,
en los goces de mi alma.

El palpitar tintineante
doliente de su sangre,
que asola el corazón
de fuego que me abrasa.

El rictus de su cara,
y la erección de sus senos,
el perfume de su cuerpo,
que erotiza mis sentidos.

El alma asolapada,
que encumbre la mano a una pluma
entre renglones cosidos,
de dulce amor y sentimientos.

Suspiros que evoca el viento
como perlas de rocío,
poesía desmembrada
verso a verso.

viernes, 28 de noviembre de 2008

Melodía inconclusa para una dulce mariposa


Melodía inconclusa para una dulce mariposa

La noche me arrebata niña
armoniosamente baladra tu voz
que nace entre mis venas,
y acompasa a tu latido dormido
me envuelve en su resonancia
al paso de mi corazón partido.

Como la Luna y el Sol
poco o nada nos encontramos,
pero me ha dicho un lucero
que no haya miedo en tu vientre
y lo siembres de alicientes.

Y dejes para otras horas
el quebranto y la pena,
que como una semilla valedera
te quedan mil primaveras
para florecer junto al trigo
la menta y la hierba buena.

Y llenar tu ente
con más de mil quinientas esencias,
te espera el almizcle de los besos
el Sol la Luna y las estrellas
la caída de la tarde
el mar y sus riveras
los sueños y fantasías
la literatura y tus poemas
el corazón del amigo
el mundo y si quimera
la exhalación del amor
y un compañero que te quiera
que te cuide y te respete.

Como alcanzar yo tu rivera
Si te ahogas a un eco mío,
Como soplar al viento de tu cometa
Si entre tú y yo no quieres hilos.
Como beber de tus fuentes
si eres agua subterránea
y yo un albatros proscrito,
pero aunque te sienta lejos
soy ese buen amigo.

lunes, 24 de noviembre de 2008

APUNTES


APUNTES

el sol culmina en el cielo su bagaje corto y postrero, se diluye en el horizonte, entre cordilleras y montes y un mar de verde olivo.
Cúmulos de gris plomizo y nubes aborregadas de algodón, se tiñen de cobrizos.
El ciclope sangra en su huida atardecida enmarañando las tinieblas.

Lomas preñadas de redonda aceituna, maduran en su letargo,
al jugo graso y amargo que cosecha esta fronteriza tierra, andaluza y manchega.
El pinar se encuentra alto a lomos de las serranías que pincelan el horizonte, pacientes sus líneas picudas se ondulan en lomas blancas y rojas sembradas de sementera y perenne olivo.

En su riberas serpentea un naciente rio, el Guadalquivir que hace a Córdoba sultana y a Sevilla engalana con su azahar de naranjo, revolotea a manoletina y castañuela bojo los puentes de Triana, en el Coto de Doñana reza y en Sanlúcar la marinera, la mar le espera.

La tierra huela a mojada envuelta en un perfume que exhala, cuando se sacia y se calma la sed que agrieta la tierra.

Las plegarias del campesino fueron satisfechas, y en las iglesias de la loma centellean las luminarias que pusieron a nuestro Padre Jesús, llamado el de las aguas.
En las riveras del valle, el arco iris colorea en su grandeza, el pacto con Dios se consolida.

Después de una noche lluviosa, como siempre y desde siglos las torres de las iglesias, apuntan desafiantes el espacio, coronando con sus cruces y para rayos los perfiles que la ciudad dibuja en el éter.

Los badajos de la muy noble y muy leal ciudad renacentista, resuenan en alguna campana vieja llamando a los fieles a misa nueva.

La ciudad amurallada, madrugadora se despierta.
Y el sol medio embozado tras de unas nubes plateadas hace guiños a los tejados arabescos.
El aire es helado, cortante y húmedo en estas mañanitas de Diciembre, trae en sus ondas efluvios de humo, que se hilvanan al cielo dibujando en su enredo filamentos blanquecinos.
son de las hogueras que calientan a los jornaleros poco antes de la recolección de la aceituna, el suelo esta escarchado y es la hora de un tentempié para atesorar fuerzas.

A la calma de la incipiente mañana, se agrega el piar de los gorriones que alborotan en los tejados. Las palomas de las torres vuelan en bandadas hacia los campos cercanos para buscarse el sustento, hay otras que huelgan entre los parques y las fuentes a expensas de la generosidad del ciudadano.

Un gato al otro lado de la calle se acicala en la cornisa de un tejado mientras un perro le ladra, y este indiferente le mira desafiante sabiendo que no pasara nada.

Un murmullo a motores navega la ciudad, la gente corre al trabajo, dejan los niños en las escuelas y en la urbe mañanera, hay un tufillo a café y tostada.

En el reloj de la torre, dan las nueve, las trémulas campanadas en el espacio se disuelven.
Y en la plaza mayor del pueblo, hay un trasiego pintoresco y casi carnavalesco, los emigrantes de color junto con los árabes y los antiguos ciudadanos soviéticos se mesclan, con los papas Noel los transeúntes y los abetos, los puestos de castañas,
los jugueteros ambulantes y algún que otro puesto de turrones, todos pisando las alfombras rojas que en estos días navideños pusieron los comerciantes.

Úbeda ciudad mercantil, y de la UNESCO,
Por tus callejas de piedra también rueda la melodía el arte y el verso, de los labios de Sabina, y el puño Antonio Muñoz Molina, o al capote del Carnicerito, la gubia de Palma Burgos,
La arquitectura de Vandelvira, o la sepultura de San Juan de la Cruz,
Solo y a vuelapluma dejando mil nombres en el tintero,
Pues solo de este escrito espero, que sea uno de mis apuntes.

sábado, 22 de noviembre de 2008

Al alba te espero




Al alba te espero,
que desgranar yo quiero,
el perfume de tu boca.

Unir en eterno beso,
las aguas del cielo,
con el verde del monte.

Para que en ese horizonte,
verdee la hiedra fresca,
en la piedra ceniza.

Voy sin manos y sin cuerpo,
solo te traigo el acento,
de esta palabra escrita.

Que las manos que suscitan,
están unidas a un cuerpo,
y no pueden viajar con el viento.

Pero si los suspiros y el pensamiento,
y las moléculas de mi amor
que tienen al alba una cita.

No me pongas falta mi amor,
que estoy lleno de dolor,
por no ser sutil y etéreo.

Como el brillo de tus ojos,
la pérgola del aura,
o el olor a hierba buena.

Esta noche como siempre,
cuando el ardor del sueño te venza
te visitare en tu morada.

Y así tu alma narcotizada
levitara enamorada
esperando ilusionada.

La visita de mi alma
que se enredara con la tuya
y se amaran en el sueño.

Antes de que tu cuerpo despierte
se despedirán con un beso
sellando un pacto de silencio.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Destellos


Destellos

He llegado al zaguán de tu seno
diminuto, pequeño,
un mar ascético de misterio
moldeado en caramelo
con la potencia de un trueno.

Quiero acariciar lo que hay
de verdad en ti,
debajo de la piel
al son de tu biorritmo.

Sentir el orgasmo de tu alma
ante la creación de tu verbo
navegar en el sentimiento
que dilatan tus pupilas.

Iniciarme en la doctrina de tu cuerpo
Iracundo sucumbir en su adentro
Calcinándome en la llaga de tu hoguera
Disparatando el alboroto en el lecho.

Aunque para ello
sentencie al paradigma
de lo modélico
y haga mil astillas con el criterio.

Quiero ser por un momento
la alborada del deseo
la letanía de tu pensamiento
y prolongarme en la cavidad de tu pecho.

La felicidad y el éxtasis
que grite en ti el lamento
y la onda del portento que pasme
en ese instante el vértigo.

Furor que contraiga
los glúteos del deseo
y el aire que respirándote
exhale de tu voz el eco.

Pasión de mil pasiones
en la gran carrera de los caracoles,
y meta sorda
para el más leal de los corazones.

Transito en la global esfera
y si no eres de este mundo
me hare contigo calavera
para ser abrigo que te cubra.

En el escenario del laberinto
Segismundo mira a los cielos
y la luna callada,
de pura risa no dice nada.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Quizás solo tú te engañas


Quizás solo tú te engañas



Desmembrado en asonancia
toca hoy tu corazón,
perdió su bordón dorado
y suena descompuesto y apagado.


Su redoble de baladro
gime a timbal desapretado
y blasona espinado
marcando el paso del cadalso.


Me ahoga su triste sonido
me trasfiere su dolor comprimido
me devasta su resonancia
como a un imán me agarra.


A la realidad que él solo entiende,
solo mira su infortunio,
solo duele su dolor
desengañándose de este mundo,
que no es oro todo lo que luce.


Sin despreciar al vil metal
que solo trajo envidias
e hizo a Caín criminal.


Al cortesano le dio la nobleza,
al rico lo hizo señor,
y al pobre lo aplastó en la miseria.


También en el cielo
brillan los luceros,
y en algunas almas buenas,
aunque anden desnudas
rasgadas de vestiduras,
y no vallan vestidas
de talle y de tiros largos.


Todo es más sencillo
más liberal y bohemio
dejar que a uno lo amen
y amar sintiendo y sufriendo.

domingo, 16 de noviembre de 2008

La ilusión y la duda


La ilusión y la duda


En la parvedad del silencio
se acrisolan las hojas de otoño,
bucólicas danzan
preludios del tiempo
zigzagueando en el aire
igual que un péndulo.

Casi marchitas
su baile orbita por la memoria
y me cuentan su historia
de una verde primavera.

Como se asían al tallo,
como era el sol y la luna de mayo,
de qué manera encumbraban sus sueños
junto a las flores más bellas.

Una decía altanera,
yo oxigenaba a my reina
era su dama de honor.

Estando en su mismo soporte
la protegí del frio y el calor
de los ábregos vientos de marzo
de los insectos y el picaflor.

Hasta que a finales de mayo
una mano la forzó
rompiendo su frígido tallo,
después de oler su fragancia
sus pétalos se fueron quebrando
en un sí y un no.

Efímero amor
que del azar depende,
María risueña,
me quiere o no me quiere,
y mientras tanto,
ilusiones en los ojos llenando
de un amor de quince años.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

PROPOSITOS DE PAPEL


Propósitos de papel

Si pudiera colgarme del cielo
arrancaría una estrella
para que luciera en tu pelo.
Si pudiera ser como el viento
te envolvería toda
para que sintieras mi aliento.
Si pudiera ser una hoguera
sería la llama en tu fuego
Y la luz que tú vieras.
Si fuese agua,
sería la lluvia que te mojara.
Si acoso fuese tiempo,
querría el instante
en el que rezas un Padre nuestro.
Si fuese cielo,
sería el azul que te elevara.
Si fuese verde,
el prado que tú pisaras.
Si acaso flor,
me alojaría en tu pecho.
Si fuera tela,
La sabana donde tú durmieras.
Si fuese beso,
me acurrucaría en tus labios.
Si una caricia,
arrullaría tu pelo,
si fuese ternura,
habitaría tus brazos.
Si fuese pena,
rodaría por tus majillas
salando tus labios.
Si fuese alegría,
estaría en el canto de tu risa.
Si fuese amor
Me enredaría en tu alma.
Si fuera sexo,
me quedaría con el sentimiento.
Pero como soy recuerdo,
solo emborrono este lienzo.

sábado, 8 de noviembre de 2008

Apetitos cautivos


Apetitos cautivos

Mezquina la pálida luz,
tala y abruma
la fragua del ego,
la sombra huraña
se posa y araña
la generatriz de tu seno.

Bien sabe Dios qué te quiero
que busco en tu alma el fuego
el bogar que armonice tu verbo,
el sabor que escarie el deseo
y te vista de frágil fragancia.

Pero es imposible
pedir al huracán el soplo
al rayo que solo ilumine
al trueno que no desfallezca.

Todo se despotrica
el agua que parece clara
se hizo barro turbulento,
la miel de los labios
se solidifica como la lava
al amor le nace un hueso,
un esqueleto calcáreo.

Yerta la sombra se plisa
y ensombrece las comisuras del labio
trágica apareció la careta
encortinando los parpados.

La boca espira en su acento
y no deja al lamento
un suspiro de aire,
el pecho se encinta de casto
cubriéndose con cadena y candado.

La llave, la guarda el viento
protegida por los conjuros del aire.
torbellinos espasmódicos
culebrinas que ruedan
en las cavernas del tiempo.

Quizás un momento
o la debilidad de un eco
hagan explosionar
un champiñón inenarrable,
quizás nunca estalle
y vague en la inmensidad del cosmos,
¿Quién sabe?

martes, 4 de noviembre de 2008

Pinsapo florido


Pinsapo florido

Crisantemo el cielo mora
sobre el añil bruñido,
el aire reposa,
en este cielo encendido.

Voy paseando por la vereda,
de árboles robustos y erguidos,
que habitan en la montaña
y llegan cerca de mi morada.

Y en la trocha del chaparral
junto a la higuera brava
donde el junco habita al lado de la caña,
en ese cortado fiero.

Allí en lo alto del viejo otero
desafiante al barranco y la peña,
solitario,
calado de luz acariciando el cielo.

Hay un pino joven,
grande verde y altivo,
sus ramas quieren,
tocar las estrellas.

Su copa sea vela
Se mece a los vientos,
silbando canciones
de amor a la luna.

En su tronco robusto
escala un rosal trepador,
se ensalza en sus ramas
buscando la señal del creador.

La fuerza, la brisa, el paisaje,
los ecos silbantes
del viento del sur,
la luz de la luna y el sol.

Los unen en cotidiana existencia
que juntos y unidos,
el destino ha querido,
que sufran y vivan de amor.

Rosal de los sueños,
que llagas el torso de espinas,
de rosas piadosas de flores carnosas
que besan amores de piña.

Tus labios granates
como los de cualquier amante
se enredan al aire y la tierra,
se esparcen de bella pasión.

Tus cepas se arraigan
también en la tierra
al abeto pinsapo,
sintiendo y amando.

La vida y la savia
la dicha del tiempo,
La mano de Dios
en su bella creación.

Tus hojas exhalan
olores silvestres
fragancias de rosa y de pino
de sabía que sangra de espino.

Pinsapo florido
entre tus ramas preñadas de rosas
relajas los sueños de aves,
que duermen sus noches.

Palomas torcaces, golondrinas,
calandrias viejeras,
ruiseñores que cantan
buscando pareja.

Árbol de mí soñada arboleda
quisiera esta noche,
cautivarte en mi sueño,
vagar con tu aire.

Sentir el aroma de rosa silvestre,
mecerme en tu verde,
lidiarme en tu sueño,
y contarte una historia.

Hay una alondra,
que vuela distante,
que surca los mares,
y se enreda en el aire.

Buscando en su nido
la paz el sosiego
y al pájaro buido
de amor encendido.

Que siembre en sus días
el fuego y el aire,
a ver si en tus ramas
se posa una noche.

La alondra viejera
que ando buscando,
sabrás enseguida quien es,
no es un ave cualquiera.

Si llega y enreda
y alborota su risa
y duerme bien alto
bañada de estrellas.

Haciendo poemas
de rimas con luna
de menta y albahaca,
de aire y canela.

Bebiéndose todo
lo que rima y canta,
sabrás que es ella
la que viste y calza.

Pinsapo florido dile que un día,
un peregrino con hojas de olivo
y la frente perdida
en la aureola del alba.

Pregunto por una alondra
una bella calandria
de tierras del sur,
de marismas y aguas.

Y dadle estas hojas
ungidas de aceite
que liberen sus sueños
profundas del alma.

Pinsapo florido recuerda
que ella no tiene un rosal
que embriague sus noches
y acompañe su pena.

sábado, 1 de noviembre de 2008

ADOLECE


ADOLECE

El péndulo se tilda
en los lamentos del aire,
adolece un crepúsculo vital,
el tiempo se eclipsa
curvilíneo en espiral.

Anacrónicamente
miro sutil,
las huellas de tu alma
como se evaporan,
en los surcos de la mar.

Estelas fugitivas
que en el aire evocan
los efluvios de tu respirar,
sentimientos que te hacen soñar.

Caminos indelebles del ser,
rutas insondables de la sangre,
que te hacen perceptible
ante la fugitiva huida de la ausencia.


Surcos del tiempo en la piel,
letra impresa,
que se anoto en tu alma
con la caricias de unas manos.

Que hoy no quieres leer,
boca de rosa y de miel,
que hoy amarga como la hiel
al despegarse los pétalos en la margarita.

Suspiros que el aire hechiza,
sollozos que gimen de placer,
y languidecen
de ósculos en las sombras.

Sabores que el alma intuye,
en la llama efímera de amor,
y agónica muere en su estertor,
la patina que creció en el alma.

Irradia destellos de frió y candor,
gélida circunda a la sangre,
el corazón muere de amor,
y añora su desventura.

A las ansias del deseo,
se enlutan las fragancias de los besos,
ya vendrán las yemas del otoño
y florecerá la primavera.