CRISANTEMO

Crisantemo

Al atardecer llegan tenues
los matices sangrantes
que ensombrecen el ocaso.

En los pálidos celajes
centellean las estrellas
que acompañan a la luna,
en su paso infinito por la nebulosa,
ella viste su traje largo de cola.

El sol se ruboriza en su cortejo
al ver a la luna tan bella,
y sin tiempo,
paciente se esconde impotente
detrás de las montañas,
enarbolando su anhelo.

Los cielos mutados
de un azul casi celeste,
se tornan a granas, rojo y violeta,
poco a poco se oscurecen
dejando a una noche majestuosa.

Risueña la luna se peina
Sobre los estanques y el rio,
y un aroma en el aire,
me recuerda el amor mío.

Será el paisaje medieval
las montañas preñadas de olivos
O el sol que se acobija cautivo.

Será la luna brillante,
que inflama mi corazón herido
serán esos dos luceros
que resplandecen de verde brillo
o el paso de una gaviota
que grazna su amor perdido.

Fragmentos que trae la noche
como fugaces estrellas,
desafíos amorosos,
escritos en mil poemas.

Luciérnagas de luz
que fulguran en las tinieblas,
soledades férreas,
que se oxidan y naufragan,
amantes en los confines del mundo
aunque sea pequeña la distancia,
arboles pétreos
de solida materia ámbar.

Corazones que en la noche
sueñan que el amor es alba,
verde que te quiero verde
verdes ojos, labios granas,
de verde anda perdida la esperanza.

TU RISA

Tu risa

Un tango meloso
Abriga la tarde
Violines criollos
Del viejo boliche
Desfallecen de amor.

Quebrantos a orillas
Del rio del Plata
La voz melodiosa
Arrebata pasión.

La frágil gramola
Circunda en su base
Pizarra que canta
Al maestro Gardel.

Su voz prodigiosa
Ensalza al gaucho
Mi Buenos Aires querido
Hoy te vuelvo a ver.

Las ondas se inundan
De un eco en el éter
De risa porteña
Y olor a fragancia
De un blanco jazmín.

La risa Argentina
Se funde en un tango
Se viste de sueño
Me suena a charango
A cuerda de vihuela
A sangre de mate.

Poeta de mieles
De azahares risueños
Y amargos dulzores
Abeja labriega
De los arrabales.

Grandes y magnos
Luceros brumosos
Gemas de iris esmeraldas
Tus ojos hermosos
Remanso de mar y sosiego.

Una suave melaza
Recorren distancias
Uniéndose al viento.

En los susurros del aire
Tu beso se hace metáfora
Tu risa derrite la escarcha
Y las palabras se hacen de fuego.

Son oraciones
Que atraviesan los mares
Y caminos polvorientos
Para buscar el encuentro
Hechizando la tierra
En este mar de olivos.

Cerros pintados de verde
Y negra aceituna
Colores y luces de Luna
Que vibran al son
De tu risa Argentina.

En las brunas las Valkirias

En las brumas las Valkirias



Cuantas veces estando a solas
en el columpiar del tiempo
dialogando con los pensamientos
y allanando los recuerdos.

Y tú, ahí.

Compañera funeraria
navegante enlutada,
como el mascarón de la nao
hacia Odin en el Valhala.

Bravo guerrero a muerto,
que tiernos fueron sus besos,
baladas de gaviotas,
sobre los inmensos cielos.

Océanos profundos
de regiones avísales
de tintas indelebles
que tiñeron el alma.

Pero deja que las Valkirias
a través del arco iris,
consuman esa nave
hacia lo más sutil del etéreo.

Sueños ya frustrados
que pertenecen al recuerdo,
hojas del otoño
que volaron con lo muerto.

Embárcate en otra nave,
y despliega su vela al viento,
y deja que la suave frisa,
te camine hacia nuevos puertos.

Y de nuevo brote la risa
en tu boca cenicienta
y en tus labios de cereza
la pasión y los encuentros.

Yo quiero ser parte
de esa brisa marinera
de las olas y la espuma
que agiten tu barca.

La gaviota que anuncie
la llegada a nuevas tierras,
y el alma que entrelazándose con la tuya
te de nueva fuerza.

Desenluta el corazón
hacia lo albo y lo bello,
y que se rompa el mascaron
de la nave en la tristeza.

Vuelva la risa de tus labios
y el candor a tu mirada,
arrincona los muebles que habiten
esos espacios de tú alma,
y déjale sitio a las esperanza
que el sol ilumine
las habitaciones de tu casa.

Soledad profunda y quieta
meditación de tu alma
néctares de tu existencia
que sublimen y conmuevan,
clávalos a relicarios,
en la capilla de tu ser,
que sean la memoria
de tu encuentro con la vida,
pero que no sean
solo el patrimonio de tu existencia.

Navegante de la barca
despliega toda tu seda
y deja que tu velero
juegue con el viento
y una brisa marinera
te lleve a buen puerto.

EMBOZO

Embozo

Qué más dará
ser la rosa o el nardo
el pensamiento o la dalia
la amapola o la azucena.

El caso es inhalar cada mañana
las bocanadas de aire fresco,
insuflarse la luz que nos invade
encumbrarse al sol que nos calienta.

Sentirse vivo y acariciar la vida,
la esencia de las cosas
y perfumar las entrañas
embriagando el alma.

El tiempo rueda y no perdona
los días y las horas pasan
los minutos se evaporan
y el reloj segundo a segundo
se va perdiendo la arena
Y se queda desierto,
entre despojos de
carne podrida y hueso.

Fuimos fragua y fuego
y ahora somos hielo
agua disyuntiva emocional
ansiedad de trivialidades.

Yunta de un mismo yugo
que golpe a golpe, esquirla
los fragmentos de un poema
epopeya lacerante de un amor
que late en verso.

Y ahora voy dando quiebros
sin saber siquiera que soy
si es la rosa o el nardo
la amapola o el pensamiento
la azucena o la dalia.

Que más da ser quien sea
cubrirse de arlequín
disfrazarse de pantera
ponerse la cara de la risa
utilizar la careta
de la eterna tristeza.

El caso es que eres alma,
alma de mi alma
parte de mi aura,
una voz que en el silencio habla
que me inunda el cuerpo
Y en lo profundo del ser
explosiona y desgarra.

Sutil eterio y blanquecino
neuronal, oculto, cifrado
catarsis que a la vida plena acoge,
subyugando las emociones
de mi amor converso.

Agua somos agua
sutil elemento
trasparente cristalino,
sinsabor, voluble, gaseoso,
líquido y solido,
agua para el sediento,
como las gotas de la escarcha
que en tu alma se derrama.
de tu corazón de hielo.

SI ALGO SE

Si algo se

No soy el rastrojo de trigo
que devoro la cizaña
ni la huella dejada,
sobre la nieve blanca.

No soy el residuo de fuego,
en la hoguera apagada.
ni el carbón que tizna
tus manos blancas.

No soy el espíritu incorpóreo,
en la imaginación de un alma,
ni pretendo vestir de azul,
a las ilusiones de tus sueños.

No anhelo moradas de cuento
ni princesas encantadas,
por mi cuerpo corre sangra llana,
un poco ya gastada, como tinta
en mis poemas.

Mis zapatos pisan el duro suelo
de las carreteras y los senderos,
mis manos están encallecidas
y mi cabeza poblada de canas.

No quiero perderte en las sombras
ni en las brumas de mis sueños
quiero ser la luz y la llama
que avive tu alma.

La sonrisa al despertar,
cada mañana,
el canto de un jilguero
en tu ventana.
el perfume de unas flores
en tu almohada.

Quiero vivir la vida,
desde mi atardecer al alba,
quiero ser gaviota,
que vuele junto a tus alas.

La caricia que aterciopele
la piel cálida y blanca,
el manto que de noche te cubra
aislando así tus temores.

Trazando caminos nuevos.
sembrando en los desiertos.
amor paz y esperanza
disolviendo las distancias.

No quiero parecer dormido,
velando siempre mí sueño
no quiero ser el cautivo
de un amor prisionero.

Ni que se fundan estas palabras
en los crisoles junto a los sueños.

Que deparara el camino

Si ande; Di mis primeros pasos
ayudado del tacataca
con los brazos abiertos de mi madre.

Que deparare el camino.

! Hay el camino¡

Ese sendero largo y tortuoso
sembrado de cuestas y valles,
Que lejos las montañas,
Que lejos los mares.

Solo cuestas y llanos,
barrancadas y pinares,
desiertos y amarguras
Soledades....

Voy por esa empinada cuesta
en busca de las atalayas
buscando al horizonte el istmo
de las esperanzas.

En mis sueños y en mis mares
espero no llegar sombrío,
ni demasiado tarde,
espero no llegar solo,
y allí encontrarte.

Como una sublime brisa,
como roció en la tarde,
aunque me cueste media vida,
la sensación de amarte.

De sentirte cerca,
de acariciarte.
que deparara el destino,
a lo largo de mi tardé.

Subir a los altos oteros,
y no encontrarte,
te quedases en el camino
entretenida mirándote.

No sabes muy bien quien eres,
pero te conformaste.

Para unos la vida son
las altas cumbres,
para otros son los valles.
para muchos los ríos,
alimentan los mares.

No caigas por la pendiente
de lo fácil.
No subas a las estrellas
y te olvides de los olivares.

Pues en la tierra ha de ser,
donde se desaten tus males.

Se mar, se cumbre, se valle.


--------- O 0 O ----------

ESTOY EN EL CAMINO

Estoy en el camino


Estoy en el camino y ando
por senderos tenebrosos,
ya la tarde se quiebra,
y el Sol agoniza atrapado
entre rojos y violetas.

La noche se acerca,
aparece cabalgando
en los crisálidos cielos
su oscuro manto
todo tildado de estrellas,
que titilan jugando
a la rueda con la luna.

En el aire se escucha un quebranto,
es el viento que flagela
las copas de los árboles,
silbando entre las hojas
los canticos del aire.

El arroyo baja claro,
y su agua cristalina,
se hace cantarina,
al requiebro en los meandros,
viene apagando la sed
de la vega cercana.

Con cuatro támaras resecas
de un olivo centenario
hago una hoguera,
y el crujir de la candela
cuando se incinera
las ramas leñosas
del olivo centenario.


Hacen un artificio de chispas
al crepitar de la lumbre,
los fogonazos bailan encantados
formando siluetas de colores
de contra luces y sombras chinescas.

Las llamas caprichosas,
se llenan de matices,
con colores disipados
de una semis transparencia.

Lo que hace que se agiten las ideas,
y salgan los reflejos de mi alma,
los sudores de estas cuestas,
esperanzas y pasiones,
desencantos y amoríos,
corrientes de agua.
que se las llevo el río.

De la hoguera solo queda
esa llama mortecina,
que es el fuego de la vida
que se resiste a extinguir,
luz pálida y sonrojada,
que abate solitaria
el concepto de una idea.

Es luz de la existencia
que se resiste a morir.
luz radiante de una llama,
que acaricia el espacio,
difuso de la soledad.

Sensación cálida de ternura,
que dormita en el interior,
es el principio de un fin,
y es el Triunfo del amor.

Energía calurosa,
luz divina que ilumina
irradiando en el pecho
ese yo no satisfecho
que nos llena de ilusión.

¡Alma mía, agonía..
esclava de pasión ¡

PARA TI ESCARAPELA

Para ti escarapela


Vivo,
sin vivir si quiera
soy el continente
de un amor que abrasa y quema,
es más grande que yo
y me desborda.

Esta en las horas
que me alientan a la vida,
en la morriña de la noche
poco antes de acostarse.

En mi almohada,
que me hechiza,
si te piensa,
y en las madrugadas
cuando mi alma
pasea con la tuya.

Estas en la mirada de las cosas,
en los átomos del aire,
en el suspiro que exhalo
cuando repito tu nombre,
en mi corazón y mi alma.

Estas, si no estás,
porque eres como la piel
que contiene a mi cuerpo,
todo lo tuyo impregna.

Tengo parte de tu alma
alojada a la mía,
conviven y se abrazan,
se quieren y se miman.

Amor de mis amores
sueño cálido de pasión,
trémula sensación
en mi consciente vivo,
sangre que me habita
y me alimenta.

Alma que a tu alma
se entrelaza y se aferra
y rueda molinos de viento,
meciéndose con las estrellas,
y jugando en el firmamento.

Sé porque te quiero,
evadida alma en celo
diapasón que vibra en mis sentidos
eres el norte,
en la brújula de mi vida,
el magnetismo,
Que calienta mis huesos.

Agonizar yo quiero,
en tu párvula boca,
y sentir tu alma sedosa,
como un narcótico veneno
que me embriague y me subyugue.

Entregándote el alma dichoso,
y fundirme en tu adentro,
manantial del sentimiento,
que me abraza y me consume.

Vivo,
Sin vivir si quiera,
Esperando que algún día,
Seas el fuego, de mi hoguera.

TODO SON ILNUSIONES

TODO SON ILUSIONES


Estímulos sensoriales del corazón y el alma,
Necesidades de llenar huecos y vacíos,
Rutinas de vida y monotonías,
Relojes que cuentan el tiempo perdido.

Hojas otoñales que se amontonan en el suelo,
Tormentas de agua de luz y trueno,
Manantiales de esperanzas y sueños,
Libertad encadenada a la forja de la vida.

Liberación del alma en promesas y mentiras,
Paredes que encierran las almas solitarias,
Pensamientos que se difuminan en amor y armonía,
Estrellas que viajan en el espacio distante.

Océanos oscuros azules y profundos,
Almas que buscan la luz en las tinieblas,
Caminos de esperanzas de luz y soles,
Corazones que palpitan en los encuentros amorosos.

Amores que renacen y con el tiempo marchitan,
Nubes en el cielo que sin querer se volatilizan,
Raíces profunda que sobre la tierra se hincan,
Amaneceres diáfanos de locura y vida.

Crepúsculos de tardes donde ya nada se olvida,
Anocheceres brumos donde el alma llora y grita,
Días sin retorno donde el tren no se detuvo,
Estaciones futuras sin billete de partida.

Viajeros del tiempo y de la nueva vida,
Árboles hermosos donde en sus ramas los pájaros anidan,
Albatros viajeros que se pierden en huidas,
Soledades del alma que en el ser habitan.

Frustraciones y esperanzas que el tiempo disipa,
Canciones y recuerdos que la mente archiva,
Todo son ilusiones,
Ilusiones de la vida.

PALOMA NEGRA

Paloma negra


Desde los aceitunos cerros
que ungen de oleo y grana
esta bendita tierra,
hasta los añiles marinos
de tu tierra parda.

Vuela paloma negra,
vuela veloz como el rayo,
llévale mis versos y una ramita de olivo
con hojas de menta y albahaca .

Arremolínate en el aire
y apréndete bien el camino
solo tienes que seguir la senda
del rio que riega esta frondosa tierra.

Y al llegar a su desembocadura
donde el cauce se hace delta
y el agua se amansa
después de ser peregrina de
de limoneros, almendros y naranjas.

Resuena las olas de espuma salada
la agónica congoja se acerca
y muere besando de goce la mar intensa.

Llévale la menta y la albahaca
y este poema alado que quiero minarla,
hundirme en sus ojos bellos
y compartir el lucero que hechiza su mente,
en las embrujadas noches de septiembre.

Su alma se colma de amores
sus labios suspiran temores
su cuerpo siente el deseo
y su mente suscita el desprecio

La noche desgrana el empeño
y toma la pluma y un lienzo,
exprime su alma sin miedo.

Y un jugo sale postrero
de lagrimas y anhelo,
de acido de limón
regado todo con fuego
se estampan en el lienzo.

Mientras la rima se crea
y los versos surgen al aire
las palabras chocan en lo interno
y se emborrizan de sangre.

Luego la mano trascribe,
y el cerebro modela,
y se decora con un bonito aderezo
y sin querer la rima vuela.

Navega y quebranta
los espacios sin voz
atraviesa mares y cielos
y entra en tu casa,
como la mariposa de la esperanza.

Mientras el cenicero enaltece
el humo del tabaco,
en la mesa se consume un vaso,
la imaginación nace y se marchita
en un anhelo ya gastado.

Quiero ser el eterno retorno
que amanceben tus besos lunares
y losarme a tus ojos glaciares.

Paloma mía de frágil vuelo,
paloma negra de los anhelos
un cazador furtivo hirió tu pecho
a la cazuela se llevaron mis versos.

ARCO IRIS

Arco iris


En el azul del cielo, tus ojos
En los granates de mi corazón, tu sangre
En tus blanquecinos pechos,
Hay una llama silente que arde.

La luz anaranjada del ocaso
Las palabras de amor en los labios
La mar ensombrecida que estira
Los encuentros y los abrazos.

Diáfanos son los destellos
Que se enredan en tu pelo
Amarillos dorados de espiga
Violetas surcados de fuego.

Tus manos bendicen las rosas
De extraño azul indico,
Tus ojos se funden en olas,
De verde trigo.

La luz blanca del día
Es como el amor mío.
Así te recuerdo siempre
Triangulo cristalino.

EL CAMINO

El camino



Baje desde la cumbre
a lo bajo de este valle
deje a mi águila y mi león
enfundándome en un cuerpo de niño.

Creando la ilusión
para que fuese algo distinto,
en purezas e inocencias,
llene un corazón cobrizo
y el arrumbe de este cobre
poco a poco lo deshizo.

Cuando uno es como el camello,
cargando en el espíritu
todos los fardos del alma,
para conciliar el gran sínodo,
entre tu yo y tu ego y el amado anhelo,
y atravesar el desierto,
con un paisaje yerto,
mucho sol y poca agua.

Todos los pasos que das,
están pesados y bien medidos
hasta llegar otra vez al oasis
y descansar del camino
aliviándose también de la carga
y repostar de esa agua,
tan necesaria para la vida.

Si esa agua en la poza
el destino la hizo agreste,
el lodo y el barro
la llenaron de alumbre
y la arena la engullo en su seno.

El camino se hizo largo
y tortuoso para el camello
el animal cansado y sediento
solo le queda morir en otro intento.

A no ser que su agila
lo levante de este duelo
y le venga a rescatar,
y lo alce en blanco vuelo
a los manantiales de luz
a las cumbres de las montañas
y lo sacie de las aguas cristalinas del cielo
bebiendo de las tormentas
y despejándose con el trueno
y el rayo le dé vigor
y el león que habita adentro
le anime a subir otro sendero.

Desde lo alto de este otero,
una vez andado el camino del desierto
me detengo y miro
la carretera andada.

Ancho y largo es el camino,
veredas de guijarro y polvo
cuestas de abrojos
barrancadas y cañadas
y valles frondosos.

Bosques de sombras
y senderos tenebrosos,
flores de tul y gasa
en los encajes y los desnudos,
de las compañeras de viaje,
rosas y espino,
y púas en las ramas de las acacia,
alegrías, penas, quebrantos,
aceite, sal y vinagre.

Pan y vino, para el camino
noches de luz y lunas sin brío
luceros que estremecen los sentidos,
puestas de sol , y tardes de frió.

Y ahora que me miro
solo me queda del camino
estelas de culebrinas, paisajes fornidos,
follajes de verde, cris y ocre,
las pisadas marchitas que no dejaron huellas,
y el tiempo dormido en los laureles,
que lleno de polvo mis zapatos viejos.

La camisa sudorosa
las arrugas en la frente
de la piel ajada de un niño,
en el cuerpo de un hombre,
y un corazón casado
de subir tanta pendiente.

Me detengo y reflexiono
y le pregunto a mis animales
al camello que llevo
las cargas de mis pesares.
a mi agila que siempre voló
y fue libre en los cielos
a mi león que me defendió
ante la benevolencia
y rujio a los temores,
y a ese hombre que se hizo niño
y quiso un día ser un súper hombre.

Todos callan y extienden los brazos
y me señalan en el horizonte
otro otero más alto.

Respiro pausadamente
y la mirada me lleva
a lo alto de una cima.

Donde una compañera me anima
a seguir hacia adelante
allí, el horizonte es más amplio
y me espera con una lumbre
donde calentar yo pueda
estos huesos calcinados.

Espero no llegar tarde
y que el tiempo me acompañe
no sea que un temporal amaine
el fuego que allí arde.

Retomare el camino
y seguiré a mi lucero
acompañado de mis animales
que la compañera que allí espera
también es pastora.

Tiene una loba que le guarda
una gaviota que le guía
y un osito de trapo
que de noche la hace compañía

Tengo que llegar allí
y proseguir pronto el viaje
para que juntos andemos
buscando nuevos senderos.

Atalayas más altas
quizás junto a las estrellas
para compartir el amor
y un día ser parte de ellas.

ALENKA

Alenka



Un barco lejano de olvido
cruzando el gran océano
con semilla oriunda de Europa
arribo a la tierra porteña.

Fue el destino
y el viento de guerra
miserias y odios
persecución extranjera.

emigraron tus ancestros
al río del Plata
bondadosa tierra
donde tú te aferras.

Tronco de roble silvestre
panal de abejas
miel de labios silentes
néctar de flor y de fuerza

Mujer de ojos hiedra
los cielos quisieron
regalarte su grandeza
y las tierras de la pampa
en tu pelo, el color de la cerveza.

Tres sarmientos de tu vientre
ennoblecen tu grandeza
tres sarmientos que florecen
Y te hacen madre y abuela.

De tu mano poderosa
salen rimas y asonancias
barricas de tu roble
que tu pluma esparcía

Calientes tisanas
que en los labios amargan
gotas de mate y Alenka
que su alma moble derrama.


Con amor y cariño para mi amiga Alenka.

ME SIENTES

Me sientes


Se que me sientes
Se que me entrañas
Se que estas ahí
Detrás de tu ventana
Mirando a los cielos
De estrellas guirnalda.

Exhalando suspiros
Buscando palabras
Sintiendo la noche
Soñando añoranzas
Susurrando al espacio
Deseos y fragancias.

De olores de flores
Y cielos cubiertos
De puntas de estrella
Reflejos de luz
Sobre la mar inmensa.

Instantes de sueño
De mágica luna
De piel sonrosada
De historia y deseo
De fragua que aúna
La llama y el fuego.

Las manos que tejen
Hilvanando deseos
Tu cuerpo de hembra
Tus senos de ensueño.

Olor a gardenia
Botón de aceituna
Corola canela
Tus pechos son olas
De éxtasis y espuma.

La noche cerrada
En luz encantada
Pasión y deseo
Fragancia de un beso
Que vuela friolero
Buscando unos labios
Que lo abrasen de fuego.

Tú entrega en flor
De orquídeas azules
Y rosas temprana
Suscitan misterios.

El color de unos ojos
Que miran al cielo
Que funden siluetas
Que aman luceros
Que besan estrellas
Que creen en princesa
Que aman sintiendo.

Otoños azules,
De rima y de verso
Poesía encantada
La voz de un poeta
Que rima sus versos.

A unos ojos verdes
A un susurro en el aire
A una candida niña
A un sentimiento.

LA VOZ DE LA ESQUIZOFRENIA

La voz de la esquizofrenia

Frenéticos besos que en el paladar se estampan,
volubles llamaradas de pasión en las bocas,
labios encontrados que culminan codicias,
caricias húmedas de íntimas salivas.

Quiero calcinarme en los arcos de mi amada
serpenteando lujuriosas las lenguas.
Que Cupido me lleve a sellar con ella el deseo
que me abrasa, me azota, me enloquece y me quema.

Sentir sus brazos, profundos en la placida noche serena,
como su alma se expande, me abarca y camina cociente mis incontinentes senderos.

Dibujarle caminos de besos,
caricias acarameladas y sensitivas
que modulen la armonía del deseo.

Vibrar en su tronco guirnalda una mágica nota
que envuelva la atmósfera sostenida en el aire,
y quieta, cimbrarla llena de quimeras y arpegios.

Filtrarme en ella, como la luz de la media tarde cuando traspasa la arboleda,
y mirarla, como el que contempla el paisaje
brumoso idílico de la última hora,
cuando el sol agónico, despidiendo el día galantea
dando las buenas noches a la luna.

Su alma, en armonía con la mía,
los cuerpos embriagados de sudores
traspirando en un eco resonante de suspiros
las emociones que componen una extraordinaria melodía.

Navegar, en las llanuras de su vientre.
escalar las colinas amorosas,
sentir la fragancias de sus pechos,
su abdomen, sus caderas,
y envolverse en su pelo
acariciando el deseo y el anhelo.

Sentir, en mi alma su presenciaamarrando la carne a mi boca
dándole todo mi sentir
para que entienda lo que en mí provoca.

Porque me faltan las palabras de la boca
para expresar sentimientos
con qué comparar mi locura,
con qué palabra decirle “te quiero”
si me parece sólo una gota
del profundo mar que yo siento.

Peregrina mi alma
por los caminos del cielo
para posarse en su hombro
besarle la boca
y decirle “te quiero”.

PEQUEÑAS COSAS

PEQUEÑAS COSAS


Si supieras que en mi sentir cabalga una aurora,
y sintieras como en el mar nacen las olas,
oirías el cuchicheo del agua, y su requiebro.

Si me vieras lidiarme con los murmullos del aire,
y quisieras desgranar en el viento una simiente,
entendieras porque están tan lejos los continentes.

Si degustaras el devenir de mi alma
y tocaras el arco iris en el firmamento
besarías el tornasol que impregna mi recuerdo.

Si bebieras del cáliz de la rosa enamorada,
y vistieras de la luz de los pálidos besos,
comieras de la ilusión que devora tu alma.

Si te asusta el reloj y el paso del tiempo,
y pintaras con pinceles cenicientos
tus cuadros serian entre jóvenes y añejos.

Si te acuestas poniendo coto a tus sueños
y montaras después a la cola del tiempo
te levantarías como un cometa aventurada en el viento.

Si entonara un ruiseñor en el dintel de tu ventana
Y una flor tu pelo te acariciara
mientras tu pluma tiñe sobre el pliego.

Escribirías no sé cuantos te quiero
en una danza amatoria con el alma
aunque tu pluma de roja sangre pintara.

DE MENTA SE PINTO EL AIRE

De menta se pinto el aire




Traspasando el umbral de tus ojos
la hiedra y la menta me llevan,
a ondularme en los bucles de tu pelo
y envolverme en tu melena etérea.

Me detengo frente a tu oído
para desabrochar los te quiero
esos que quedaron rotos
de tus otros anhelos.

Y arrullarte con voz sinuosa
y seducir tu alma de acero
anudando al brillo de tus labios
las fragancias de mi boca.

Licuando los secretos de tu esencia,
se arremolina en mí, tu alma jocosa,
de primavera juvenil de mariposa,
néctar de miel de un enjambre,

Vanguardista enamorada y poeta,
de una naturaleza bohemia,
que se hilvana a la trasparencia
de tu sentir interno.

Y se engarza a las cadenas de mi sangre
latiendo vigorosa en los anagramas
supinos del aire
como la pluma viejera
voluble a las piruetas del viento.

Dejando cadencias y un eco
que enloquece mis sentidos
y embellece la armonía del sentimiento
imán de atracción enérgica.

Buque de templanza exquisita
junto al vino afrutado y añojo
jazmín de una noche de verano
aromatizando versos.

Que vuelan de entre sus manos
como los pojaros viajeros,
cruzando continentes enteros
son latidos apasionados
que quema tu pecho
y lanza llamaradas ardientes
a los cuatro vientos.


Dulce amada de mi sueño,
voz amiga que aletarga
los encuentros con mi alma,
hoy te vi en la transparencia clandestina
brillando en los contornos de mi aura.

Circulando en los atamos
encendidos de mi sangre
exhalando el oxigeno de mi aire,
hoy tu alma y la mía,
fugaron a juntarse.

AMANECER DE GINEBRA

AMANECER DE GINEBRA



Se preña la vida
en luz tierra madre
luz supina alborea
crepuscular encendida.

Matizada de azules y rojos
órganos de roca prendida
espíritus de piedra alanceados
evocan el sueño del Pangea.

Paraíso terrenal
de celestes aguas
llantos de mar
aguas encantadas.
magnificencia sobre la faz de la tierra.

Cielos de la cobertura del mundo
satenes de hilada tersa
nubes de vaporosa ternura
colores acrisolados
de inalterable belleza.

Lujuria envidia
candidez en la mirada
se serena el pecho
y se agranda el alma.

Soberbia arquitectura
nunca de la voluntad del hombre
pudo competir con la hermosura
de la mano del creador.

Dios y sus criaturas
el arquitecto universal
de las llamas que arden
en la bóveda estelar.

¿Hay algo mejor que contemplar la vida
Que nos regalan cada día?
Si_ ser protagonista, y consumirla gota a gota,
llenémosla de alegría y de esperanza
¿Quizás mañana, no habrá mañana?

SABE

Sabe



Sabe el sauce que sus ramas arca
y al viento mece
y al sol le ofrece
sus hojas verdiblancas.

Sabe el banco del parque viejo
de los abrigos y las mañanas
y el rosal, de tus amores
de tus sueños de tus fragancias.

La farola triste que enciende
de tus besos y tus esperanzas
y el aire que te acompaña
de los suspiros y tus sollozos.

Y la luna que nos asiste
del perfil de tu rostro
sebe el iris de mis ojos
cuando se ensanchan tus poros.

Y el tacto de los dedos
cuando acarician el rostro
escribiendo un poema de piel
dibujando como pluma
los contornos de tu cara.

Sabe mi corazón aceituno
de tu corazón amante
sebe mi sangre morena
de tu roja sangre.

Saben las olas de tu mar
lo que ellas solo saben
y el vestido que te envuelve
ese si que sabe.

Sabe el aire que respiras
Sabe el sol que te ilumina
Sebe todo lo que tienes, sabe.

Menos yo que tan de lejos,
Nada sabe.

CUANDO SE ONDULAN LOS SUEÑOS

Cuando se ondulan los sueños




A veces, se ondulan los sueños
quiméricas fantasías de anochecidas,
en oleadas de suspiro y viento,
rallando en el iris de la vida.

Pegasos que arriban y planean
pendular en la existencia
tintineantes se quedan,
desguarnecidos de formas.

Se mecen en la nostalgia y el tiempo
parecen tristes notas,
que cabalgan ensombrecidas
que permanecen agónicas.

Gravitando en los espacios,
del deseo y la memoria,
hojas del árbol del ensueño,
mariposas revoltosas,
que el otoño no supo barrerlas.

Olores y nostalgias
que marcaron los ojos de arrugas
caminos de agua
que salaron las mejillas.

Llamaradas de ilusiones,
y vendavales de pasiones,
que latieron ensordeciendo al corazón
en martilleos crepusculares.

Amor de primera juventud,
manos blancas de inocencia,
besos ingenuos, apasionados,
del rubí ceniciento de tus labios.

Compañero del alma y de fatigas,
aroma de cocinilla de la abuela,
campos de amapola y verde trigo.
capullos de gusanos de seda.

El pan que se desmenuza
con los recuerdos de las ausencias,
el cariño de mi padre,
un moble maestro de enseñanza,
Los libros, los amigos,
La infancia, la escuela.

Centellean los designios del mundo,
en el mar de las mareas,
el elixir de la juventud con su utopía,
el hambre, la justicia y la guerra,
sueños de buena voluntad,
si se perdiera el egoísmo y la riqueza.

A veces los sueños se hacen elípticos,
a veves sonrien y jiran como cometas,
a veces el mundo no tiene banderas
a veces las almas que sueñan,
son libres, en un mundo sin fronteras.

TEMPLANZA

Templanza

Agoniza la tarde en pálidos naranjas,
fustiga un eco silbante el alma,
por las mejillas ruedan
sinsabores y lágrimas
caricias ya caducas
que sin haber nacido
mueren obsoletas de olvido.

Me preguntas, y me acallas,
me comparas, y me atenazas,
quieres ser el director de la sinfonía,
el organizador de mis emociones,
quieres que pinte un cuadro
con tus pinceles, con tus colores
y con tus gestos.

¿Quién dijo quien?
¿quién dijo vasta?
¿quién dijo de qué forma o de qué modo?

La gota de roció,
que acaricia las mejillas,
o la levedad del ser,
que evoca el alma,
quizás la noche tenga la respuesta
entre almohadones y sabanas,
quizás la liturgia del deseo
sodomice al ser,

Sicario vuela la ventura
en el cociente del amado
que sin haber parido aun
hoy ya ha abortado.

Piedra que en el vientre de la ostra,
nunca sabrá que su dolor
le porta perla maravillosa.

Las manos acarician
las bocas entrelazan y amarran
la vista sosiega el espíritu
la cercanía une las inquietudes,
la tierra necesita del sustento del agua,
en la distancia;
solo el olvido anida en la distancia.

Con el viento y el aire
solo se pueden tejer,
palabras sobre palabras
que arritmia la voz de la sangre,
no solo de las voces
vive el hijo del hombre,
no solo del condumio
gaseoso de la voz
Se alimenta la pasión y el espíritu.

Telúrico se muestra el vacio
cuando el eco es repetitivo
el amor no solo son vocablos
que ahueca el viento.

Necesita contacto,
necesita emotividad
carne palpable,
piel con piel,
boca con boca,
cuerpo con cuerpo.

Una mirada lasciva,
la mueca de una sonrisa
un gesto, un perfume,
el sabor, y la arome
que perfila mil sentimientos.

Descubrirse ante la igualdad
respetar las diferencias
ante lo efímero, ante lo desigual.

Somos carne de la carne
hombres y mujeres
que necesitan manifestarse
no solo en la dulzura
si no en la tolerancia.

Y respeto mutuo como persona,
como amigo, como amante,
como seso,
somos entes vivos,
que sudan y laboran,
se relacionan en la sordidez del tiempo,
y viven, cada cual en su existencia,
pero en un proyecto común,
el entendimiento, la perversidad
de fundirse el uno en el otro.

Pilares sustentatorios del templo
cada uno independiente y libre
soportando los sillares del amor.

NUNCA ESTA TODO PERDIDO

Nunca esta, todo perdido.


La noche se engalana,
hacia el alba,
lucero de la esperanza,
los sueños se ahogan,
y en un despertar dulce,
renace la aurora.

¡Ay amor caído!
¡ay amor furtivo!
soledad de mis horas.

Sueños de tinta electrónica.
de tachones y borrones
de rimas y asonancias
de mala desesperanza
Yermos a solas.

Luz de pasión y deseo,
alma que embriaga
el corazón destemplado
de las añoranzas.

Órgano vital de la vida
músculo inquieto,
trotador de senda y camino,
no desfallezcas.

Que detrás de los inviernos glaciares,
explosiona la primavera.

Los hielos derriten sus aguas.
las aguas, alimentan,
las raíces se clavan,
profundas en la tierra.
y la floresta verdea.

¡Ay amor escondido!
¡ay amor renacido!
dicha de todas mis horas.

La paloma hace su nido
y aquel pájaro herido
se olvido de sus sombras.

¡Ay amor desposeído!
¡ay amor ingrato!
¿Por qué dices que no te amo?